La ganadora del Óscar teme decirle a su pequeño Louis que se dedica a la actuación aunque sabe que algún día tendrá que hacerlo.
Sandra Bullock no quiere que su hijo Louis (5) conozca por ahora a qué se dedica profesionalmente aunque sabe que algún día no le quedará más remedio que contárselo.
“Él no sabe a qué me dedico, para él el trabajo solo significa que me tengo que ir y eso no le gusta. Esta es la manera en la que he decidido llevarlo, aunque sé que es algo provisional que cambiará algún día”, explica la actriz en el programa Lorraine de la cadena británica ITV.
Sandra, quien adoptó a Louis en 2010, solo desea que su hijo crezca como un niño normal, que se “avergüence” de su madre y que la vea “irritante”.
“No quiero que le guste lo que hago, quiero que se avergüence de su madre. ¿Sabes a lo que me refiero? Me refiero a que los niños no creen que lo que hacen sus padres sea súper, simplemente ponen los ojos en blanco. Solo quiero que sea como el resto de chicos y piense: ‘Mi madre es irritante, no hace nada’. Lo que es cierto, si dice eso estará acertando. Quiero que mantenga la inocencia durante un poco más de tiempo y que no se entere de que este mundo es falso, porque él sigue creyendo que es real”.
Sandra ha reconocido que cuando el pequeño Louis descubra su verdadero trabajo no tratará de detenerle si lo que quiere es dedicarse al mundo de la interpretación, pero sí que le dará los mismos consejos que sus padres le dieron a ella cuando les dijo que quería ser actriz.
“Si decide seguir mis pasos tendré que aguantarme y decirle lo mismo que me dijeron a mí mis padres: si vas a hacerlo, hazlo al 100%, y probablemente necesites un segundo trabajo, hazlo por pasión y amor hacia ello, no lo hagas por nada más”.
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