Sandro necesita traqueotomía pero no la quiere

La debilidad física del cantante argentino Sandro tiene en vilo al equipo médico que lo atiende. Y es que esa debilidad le impide recuperar su capacidad respiratoria. El médico que le realizó el trasplante de corazón y pulmones, Claudio Burgos, sugirió que había que hacerle una traqueotomía, es decir una incisión en la garganta que lo mantendría entubado al respirador pero que le permitiría ingerir sólidos. Pero eso quedó descartado, al menos por el momento, porque Sandro y su mujer se oponen a esta intervención que les parece dolorosa e invasiva.

Pero podría existir otro reparo si se tiene en cuenta que cualquier paciente que es sometido a una traqueotomía corre el riesgo de ver afectadas sus cuerdas vocales.

El lunes, Sandro tuvo que ser operado de una fístula traqueal, un pequeño orificio de cuatro milímetros en la membrana de la tráquea, contra la columna vertebral, por problemas de cicatrización del bloque implantado.

El equipo médico sabía que esto podía ocurrir porque Sandro está entubado, con fuerte presión de aire por la asistencia mecánica respiratoria y con bajo nivel de nutrición. "Yo quería hacerle una traqueotomía, pero él y su mujer no quisieron", dijo Burgos a Clarín.

Explicó que así se abriría una vía respiratoria por la garganta y el paciente podría comer por la boca. "Al ingresar comida se ponen en funcionamiento los músculos de la deglución, se reactiva la movilidad circulatoria y mejora la cicatrización", explicó Burgos.

Un día después del trasplante, Sandro comenzó a ser alimentado por una sonda que va desde la nariz al estómago. Pero, según Burgos, el resultado no es el mismo que si se le practica una traqueotomía.

"Ahora él está desnutrido y las proteínas en su cuerpo son bajas", afirmó el cirujano. Roberto Sánchez, nombre real de Sandro, continúa conectado a un respirador en la sala de terapia intensiva en el área de Recuperación de Trasplantes del hospital Italiano de Mendoza.

Según el último parte oficial, ayer al mediodía, el cantante despertó bien de la anestesia después de la operación de urgencia, el lunes por la mañana. "Está estable y comenzando con el protocolo de extubación para desconectarlo del respirador", dijo el director del hospital Italiano, Miguel Nicolás.

Y reiteró que los inconvenientes de los últimos días tienen que ver con "una entubación larga, un estado nutricional malo y un defecto circulatorio en la región que retrasa los procesos de cicatrización".

En las últimas horas, surgieron contradicciones entre los médicos respecto al tiempo que deberá transcurrir para Sandro sea desconectado del respirador. El doctor Burgos estimó que el promedio de extubación es de 10 días, a partir de la última operación.

Sin embargo, ayer el director del hospital dijo que esperaban quitarle el respirador en "las próximas horas". Y que el paciente ya está ingresando en la fase de soporte, "lo que significa que por momentos la máquina lo asiste y, en otros, respira por sus propios medios".

Pero, cuando los cronistas le pidieron mayor precisión sobre el momento de desconexión definitiva al respirador, Nicolás no quiso arriesgar pronóstico: "En realidad existen muchos extremos: desde los pacientes que están en pocas horas extubados hasta los pacientes que llevan más tiempo. Los trasplantados cardiopulmonares requieren más trabajo y él está en ese plan", expresó. Una vez más, el vocero del hospital dijo que Sandro está de "buen ánimo" y se muestra "colaborador".