Optimista, filósofa de la vida y poseedora de un gran sentido del humor, así es Susan Sarandon, una mujer arrebatadora que a los 65 años estrena la película ´Arbitrage´.
Conciencia oficial de Hollywood, grandísima actriz ganadora de un Óscar por "Dead Man Walking" y, en las distancias cortas, mujer arrebatadora a los 65 años. Susan Sarandon, que estrena ahora "Arbitrage" junto a Richard Gere, no puede evitar vivir apasionadamente. "Soy muy intensa", reconoce.
En un sistema de promoción de películas que consiste en entrevistas aceleradas de seis minutos, Susan Sarandon es una de las pocas actrices que es capaz de profundizar en ese tiempo récord. Política, filosofía de vida y sentido del humor caben en cada una de sus respuestas.
Combinando activismo y optimismo, Susan Sarandon tiene la excusa perfecta para reflexionar sobre sus temas favoritos gracias al filme "Arbitrage", thriller que se estrena el próximo viernes en España sobre el doble rasero de la Justicia o, dicho de otra manera, la impunidad de las elites económicas.
Con él inauguró el Festival de San Sebastián, clausurado el pasado sábado, donde ofreció esta entrevista. "Por lo menos, después de la crisis financiera, la gente ha entendido que en Estados Unidos hay diferencias de clase como en todo el mundo, cosa que antes no pensaban. La gente habla de cómo un 1 por ciento de la población controla casi la totalidad del dinero y eso antes no sucedía", explicaba.
Susan Sarandon en 1993 reivindicó desde los mismísimos Óscars de Hollywood junto a su expareja Tim Robbins la acogida de los haitianos enfermos de sida aislados en la base norteamericana de Guantánamo y fue omnipresente en todas las protestas contra la Administración de George W. Bush.
"Hollywood no es político. Creo que la gente a veces no quiere trabajar conmigo porque piensan que no tengo sentido del humor. Pero mi actitud no me pone en riesgo allí. Me pone en riesgo el recibir amenazas de muerte, el hecho de que la gente tenga tanto miedo o que escriban cosas de mis hijos en la prensa más iracunda. Eso sí que me ha aislado y ese es un camino muy solitario", reconoce.
Pero después de haber alertado durante años sobre los abusos del sistema, Sarandon asiste con atisbos de ilusión a su colapso.
"La gente está empezando a hacer lo que siempre había querido porque se ha dado cuenta de que lo que se suponía que tenían que hacer no les ha funcionado. Vivir tu vida pensando que lo que haces supone una garantía, sea vida, amor, finanzas... es una locura, no funciona", asegura.
EFE
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