Susan Sarandon y su secreto para mantenerse joven: ser feliz

A los 63 años, Susan Sarandon parece haber encontrado la fuente de la juventud.

Nuevamente soltera después de terminar sus 23 años de relación con Tim Robbins en diciembre, la ganadora del Oscar es brillante y feliz  y se rumora actualmente sale con un hombre de la mitad de su edad, el empresario Jonathan Bricklin (la pareja ha negado un romance). ¿Cuál es su secreto para verse genial?

"No fume!" le dijo Sarandon a People la noche del jueves en el Pre-Oscar Ping-Pong Party en el Skybar del West Hollywood. "Es tan malo para el cutis. Y creo que hay que ser lo más feliz posible. Eso realmente ayuda".

Para organizar la fiesta del jueves, Sarandon unió fuerzas con SPiN Nueva York, el club de ping-pong en el que ella y Bricklin, de 32 años de edad, son co-inversores.

Sarandon, admite que su participación en tal empresa parecía un poco extravagante, pero que entró de todos modos. Al final, el extraño factor contribuyó a generar intereses.

"De alguna manera, mi participación era tan absurda que la gente comenzó a invertir dinero", le dice a People riendo. "El resto es historia. Terminó siendo una gran idea porque nadie tiene un local de ping-pong más una barra más música, además de la iluminación realmente agradable".

Ella dice que juega al ping-pong "sólo por diversión, no en serio". Bricklin dice que no es entrenador de Sarandon porque ella viaja y trabaja mucho. "Ella no es muy buena todavía", cuenta a People.

¿En cuanto a su participación en SPiN? "Susan es nuestra fuerza motriz", dice Bricklin.

Sarandon asistió a la fiesta con uno de sus dos hijos con Robbins, Jack, 20, y su hija de 24 años, de una relación anterior, Eva Amurri - que es también actriz. El otro hijo de Sarandon, Miles, 17, no se encontraba entre los invitados.

"Es bueno tener algo en común con sus hijos", dice ella. "Jack está estudiando cine en la USC y Miles está interesado en la música. Todos mis hijos son realmente curiosos, muy activos e interesados en las cosas."

Sarandon se vuelve filosofa cuando habla de ser feliz.

"Odio sonar como la vieja hippie que soy pero creo que incluso las cosas malas se pueden convertir en cosas buenas", dice ella. "Cada día es un milagro, ¿verdad?"