La figura del cantante sigue siendo objeto de polémica, misterio y culto en todo el mundo pero en especial en Argentina y Uruguay.
Uruguay no ceja en su empeño de reivindicar como suya la figura de Carlos Gardel 78 años después de su muerte con la publicación de dos libros que insisten en su nacionalidad uruguaya y con acciones gubernamentales encaminadas a potenciar el tango en el país sudamericano.
La mañana del 24 de junio de 1935 quedaría grabada para siempre en la memoria de los amantes del tango: el avión en el que viajaba Carlos Gardel se estrellaba en Medellín (Colombia), pocos minutos después de despegar del aeropuerto, cuando el artista realizaba una extensa gira por Latinoamérica.
Para la posteridad pasarían tangos tan conocidos y versionados en todo el mundo como "Volver" o "El día que me quieras".
Hoy, 78 años después de que se apagara para siempre la voz del "Zorzal criollo", su figura sigue siendo objeto de polémica, misterio y culto en todo el mundo pero en especial en Argentina y Uruguay.
Desde hace años, Uruguay reivindica la tesis, conocida como "teoría uruguayista", que sitúa en la localidad uruguaya de Tacuarembó el lugar de nacimiento del artista.
En los últimos meses, ha sido publicados en Uruguay dos libros que defienden esta teoría y contradicen a la denominada como "francesista", que esgrime que Gardel nació en Toulouse (Francia) y es defendida por Argentina.
"Gardel, el muerto que habla", del profesor uruguayo Eduardo Cuitiño, da una vuelta de tuerca más a la polémica y trata de demostrar con fórmulas matemáticas y probabilística que el artista nació en Uruguay y fue fruto del incesto entre Carlos Escayola, su padre-abuelo, y Maria Leila Oliva, hija de Escayola y madre a su vez de Gardel.
Esta no es una teoría nueva: el presidente de la Fundación Carlos Gardel de Tacuarembó, Heber Moreira, explicó hace unos años a Efe que Gardel podría ser fruto de ese incesto.
"De Carlos Escayola a Carlos Gardel" es el segundo libro. Escrito por el tataranieto del supuesto padre de Gardel, también defiende esa teoría, si bien discrepa del carácter incestuoso de esta relación y defiende que la madre de Gardel simplemente era la cuñada de Escayola.
"Para nosotros esta es la verdad de nuestra familia. No vamos a imponer ninguna teoría, simplemente presentamos nuestras verdades. Desde la familia Escayola queremos decir que esto pasó así", explicó a Efe el escritor de la obra, Gonzalo Vázquez.
Mientras las teorías sobre el origen de Gardel siguen generando polémica y especulaciones, el Gobierno uruguayo intenta revitalizar e impulsar el tango en el país a la sombra del mito.
En 2012 creó una comisión interministerial entre las carteras de Turismo, Educación y Cultura, y Relaciones Exteriores con el objetivo de potenciar este arte rioplatense compartido con Argentina.
En Montevideo también se celebra en las fechas cercanas a la conmemoración de la muerte de Gardel una serie de actividades que reciben el nombre de Semana Gardeliana y que abarcan desde talleres sobre tango a exposiciones y actuaciones musicales.
Además, en abril de este año, se instaló en el emblemático Palacio Salvo de Montevideo un singular monumento sonoro dedicado a La Cumparsita, el tango más conocido e interpretado en todo el mundo, justo en el lugar donde se escuchó por primera vez hace 96 años.
"El tango es una expresión de la cultura uruguaya, como lo es el candombe o la murga. Todos ellos dan el sello de identidad de Uruguay", explicó a Efe el representante del Ministerio de Turismo y Deporte de Uruguay, Eduardo León.
Mientras las polémicas y las teorías sobre el origen de Gardel parecen alejar a las dos orillas del Río de la Plata, su figura es reconocida a nivel mundial como impulsor de un género único y tan inmortal como él: el tango, que desde 2009 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad para la Unesco.
EFE
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