El cineasta, acusado de abusar de su hija Dylan Farrow en 1992, aseguró que siempre respetó la igualdad salarial entre sus trabajadoras y que está a favor de que lleven a la justicia a los "verdaderos abusadores".
En el marco del movimiento #MeToo y la campaña contra los abusos sexuales en Hollywood, el caso contra Woody Allen ─denunciado hace 26 años de abusar de su hija Dylan Farrow, entonces de 7 años─ volvió a tomar relevancia. En entrevista con el periodista argentino Jorge Lanata, el cineasta volvió a negar la acusación, además de asegurar ser un gran defensor del movimiento.
"Por supuesto que no [abusé de ella]. Es todo tan loco. Esto es algo que fue analizado minuciosamente 25 años atrás por todas las autoridades y todos llegaron a la conclusión de que no era cierto. Dios mío... Es terrible acusar a una persona de algo así. Soy un hombre con una familia y con hijos, es triste", sostuvo el director casado con Soon-Yi Previn, hija adoptiva de su expareja Mia Farrow, desde 1997.
La denuncia contra Allen se produjo en 1992, en medio de la separación con Farrow y custodia de sus hijos, cuando se destapó la relación con Soon-Yi Previn. "Hemos tenido una relación con mucho amor y ninguno de los dos cambiaría ni un solo momento", aseguró sobre su matrimonio.
UN ROSTRO PARA #METOO
Woody Allen ─director, guionista y protagonista de cerca de 50 películas─ se describió como un "gran defensor" del movimiento #MeToo y aseguró estar de acuerdo con exponer a los abusadores; pero que le molesta ser incluido entre ellos. "Todo el mundo quiere justicia ─dijo─. Quieres que se lleve ante la Justicia a estos terribles acosadores. Creo que eso es algo bueno. Lo que me molesta a mí es que me vinculen con ellos", sostuvo en la entrevista titulada "WoodyXLanata" para el programa "Periodismo para Todos".
Él destacó su labor con las mujeres que participaron en sus películas: a lo largo de los años, las trabajadoras de su equipo recibieron 75 nominaciones para premios, siempre se les pagó el mismo salario que a los hombres y tuvo un comportamiento maravilloso con ellas.
"Yo debería ser la cara en los afiches del movimiento #MeToo, porque he trabajado en películas durante 50 años con cientos de actrices y ni una sola (grandes, famosas, principiantes), nunca nadie ha sugerido ningún tipo de indecencia mía en absoluto (...) Estoy de su lado y en su lugar y me siento parte de eso, en principios y en espíritu estoy completamente a favor de que lleven ante la justicia a verdaderos abusadores, pero si alguien es inocente y es puesto en la misma bolsa, eso es muy triste e injusto", resaltó.
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