La presencia de Leonado, hermano de la Mirada de tiburón, hace que el sicólogo ate cabos y llegue a una conclusión.
El hecho de que Peter le haya confiado que “un amigo suyo” ha visto el fantasma de una mujer en el cementerio, que ese mismo fantasma haya llamado por teléfono, sumado a la presencia de Leonardo, hermano de Claudia Llanos, y que Francesca haya asistido al velorio y al sepelio de la llamada Mirada de tiburón, hacen que el sicólogo Sergio Estrada llegue a la conclusión de que la señora Maldini está ocultando algo muy grave.
Sergio busca a Francesca en su cuarto y directamente le dice que la ha venido observado desde hace varios días. “Tienes rabo de paja. Qué intenciones tienes con Leonardo. Tú sabes algo y yo también lo sé… ¡Tú mataste a Claudia Llanos!”, le dice.
Francesca se queda paralizada. “¡Yo no soy un ratón de laboratorio para que me estés estudiando! ¡No soy una asesina!”, responde. “Y qué vas a hacer, ¿vas a matar también a Leonardo? ¿Vas a matarme a mí también?”, pregunta el sicólogo. “¡No soy una asesina! ¡Fuera de mi casa! ¡No quiero que vuelvas a poner un pie en mi casa! ¡Fuera!”, grita Francesca. “Creo que estás en graves problemas”, dice Sergio al salir del cuarto.
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