La animadora arrancó nuevo programa sorprendiendo a todos por su tan conservada anatomía.
Empezó la búsqueda de la mejor voz no conocida en el Perú, en la versión local de “Operación Triunfo” (OT), y la conductora del espacio, Gisela Valcárcel, lo celebró luciendo su generosa anatomía frente a cámaras, enfundada en un vestido de color rojo -como siempre que inicia un nuevo programa- que dejaba poco a la imaginación.
El estreno del reality tuvo la colorida participación de la escuela de baile La Mandrágora, quienes abrieron el paso luego para presentar a Gisela. Como es de costumbre, ella se tomó unos segundos para tocar el suelo tres veces y agradecer a Dios, antes de dirigirse al público en esta nueva temporada.
Pero lo que llamó la atención de la audiencia presente en el estudio no fue ni los bailes ni las cábalas de Valcárcel, sino el pronunciado escote de su traje, que empezaba desde su ombligo, diseñado por Norka Peralta.
“Bienvenidos, esta es la primera presentación de OT Perú. No saben cuán agradecida estoy con la vida y con Dios. Hace bastantes años viajé a España y allí se estrenaba un programa espectacular y allí aprendí lo que era un reality. Todo era español y me cautivó. Y me pregunté por qué no se hace esto en Perú”, dijo tras un recibimiento entre aplausos.
Antes de continuar con la primera gala de “Operación Triunfo”, Gisela agradeció la presencia en el jurado del español, Carlos Lozano, exesposo de Mónica Hoyos quien condujo OT en España.
Así empezó “Operación Triunfo” en Perú. Durante 16 semanas, 18 participantes se enfrentarán en el escenario cantando. En cada fecha, serán cuatro los que irán a sentencia, hasta la final, donde el ganador se alzará con un premio de 50 mil soles.
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