Harry Kane anotó cinco goles en la goleada de Bayern Munich sobre Dinamo Zagreb por la fase liga de la Champions League.
Bayern Munich aplastó 9-2 a Dinamo de Zagreb por la primera fecha de la fase liga de la Champions League. La gran estrella de la noche fue el inglés Harry Kane, quien anotó cinco goles, tres de ellos de penal.
El cuadro dirigido por Vincent Kompany, quien debutaba en la máxima competencia, no estropeó la racha de 40 partidos sin perder en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Con el portugués Raphaël Guerreiro como principal novedad, el cuadro bávaro no se anduvo con contemplaciones y lanzó una ofensiva total desde el pitazo inicial. Con Musiala y Olise, las combinaciones y las ocasiones arreciaban sin parar y solo era cuestión de tiempo para que llegue el primero.
Un ataque finalizado por Gnabry fue anulado por fuera de juego, pero el árbitro español Martínez Munuera, a instancias del VAR, intervino para decretar un penal previo sobre Pavlovic. Harry Kane no perdonó.
Con el gol, Bayern Munich bajó las revoluciones al duelo. Se dedicó a combinar en la franja medular para agotar las baterías del equipo croata. Y, de una larga posesión, nació el segundo tanto: un balón centrado desde la izquierda por Gnabry fue reorientado de pecho por Musiala, para que entrara Guerreiro y empalmara desde fuera del área una volea imperial que perforó la red.
El duelo discurría bajo los únicos y expresos deseos del Bayern. Apenas cinco minutos después, otro esférico colgado desde la izquierda, esa vez por Kimmich, terminó en un testarazo a placer de Olise para poner el tercero.
La única mala noticia para el equipo alemán al descanso era la lesión del capitán Manuel Neuer por un choque en una salida a medio campo para disputar un balón y que obligó a que el meta suplente, Sven Ulreich, saltara al césped.
No pudo ser más desgraciada la primera acción en la que participó: un centro lateral a los tres minutos de Pierre-Gabriel fue prolongado por Pjaca para que Petkovic, tan astuto el croata como inoperante Upamecano, fusilara a ras de suelo. Y acto seguido, un pase de Misic a la espalda de toda la defensa del Bayern fue aprovechado por Ogiwara para definir solo delante del cancerbero, petrificado ante el desconcierto.
De estar muerto a renacer de manera milagrosa, dejando a conmocionados a los locales. Incluso pudo empatar el combinado croata instantes después, con un latigazo de Pjaza que obligó a Ulreich a tirar de reflejos.
Sin embargo, Dinamo no materializó el empate y la respuesta del Bayern fue despiadada. Un disparo al borde del área, totalmente desmarcado de Kimmich, fue repelido por Nevistic, cuyo rechace fue cazado a puerta vacía por Kane.
De nuevo con una ventaja de tres goles, el Bayern se ensañó con su débil oponente. Un saque de esquina fue peinado por el defensa Dier y el balón impactó en una mano de Misic. Otra vez VAR, otra vez penalti y otra vez gol de Kane. 'Hat trick'.
Y no quedó ahí la cosa. Cinco minutos más tarde, el colegiado español señaló la tercera pena máxima del envite tras una entrada en el área sobre Alphonso Davies. De nuevo, tanto y póker del delantero británico ante el desquiciamiento total del Dinamo.
Leroy Sané, que debutaba esta temporada tras haber permanecido dos meses lesionado, y Goretzka, casi denostado desde el arranque del curso, pusieron la rúbrica a una noche como no conocía el Bayern desde el histórico 2-8 al Barcelona en los cuartos de final de Lisboa en 2020.
Con esta abrumadora contundencia, el conjunto germano inicia una singladura que tratará de terminar en el mismo Allianz Arena el próximo 31 de mayo, para intentar alzarse con el séptimo entorchado de su historia en la máxima competición continental. Visto lo visto en el estreno, queda claro que lo quiere.
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