Ambos jugadores son muy amigos y se hicieron algunas bromas que casi son malinterpretadas por el árbitro.
Lionel Messi y Cesc Fábregas protagonizaron un curioso momento en el partido entre Chelsea y Barcelona por la Champions League. Ambos jugadores son muy amigos y en una parte del encuentro la 'Pulga' pidió tarjeta amarilla para el volante español. Los ex compañeros se rieron pero el árbitro no entendió la ocurrencia y los recriminó.
En el reglamento está prohibido que un jugador pida una sanción de manera injustificada, y por esta razón el juez se molestó pero luego se dio cuenta que todo se trataba de una broma.
El partido acabó 1-1 y tras el pitazo final Lionel Messi y Cesc Fábregas se encontraron en el pasillo para conversar. Ambos jugadores tienen una amistad desde niños y a pesar de que ya no juegan juntos siguen siendo como hermanos.
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