Cristiano Ronaldo sigue vigente con el Real Madrid y refutó los comentarios que colocaban a Lionel Messi al mismo nivel de Maradona y Pelé.
Un 5 de febrero de 1985 nació un futbolista que demostró cómo se puede trabajar el talento de tal forma que cada partido se roce la perfección. Cristiano Ronaldo es hoy tan grande que no pocos lo tienen por encima de Lionel Messi. Es veloz, agresivo, letal frente a la portería rival y pelea con el argentino por récords que difícilmente otro podrá igualar.
A los 15 años fue operado del corazón para salvar su carrera. Años después, el entrenamiento convirtió a ese frágil adolescente en una máquina que lleva anotados 103 goles en la Champions League, récord histórico que fecha a fecha sigue aumentado, y que acerca su leyenda a la de Alfredo Di Stéfano, el ídolo histórico del Real Madrid.
Si Cristiano no se ha adueñado ya de todas las marcas es solo porque existe Messi. El argentino lo obliga a luchar el doble por cada título individual, por cada campeonato en España y Europa. El portugués está habituado a enfrentar la adversidad. Nació en un hogar de bajos recursos, con un padre que falleció víctima del alcoholismo y un hermano con problemas de drogadicción. Por eso el portugués adoptó el fútbol como su única adicción y ha llevado la pasión por la pelota a otro nivel, uno que ya no conoce límites y que le permiten hacer dos hat trick consecutivos en Champions al Bayern Munich y al Atlético de Madrid, dos de los equipos con las mejores defensas del mundo.
Pero en esta disputa de títulos, de logros y récords, Cristiano ha tomado la delantera. Mientras Messi fracasó dos veces en la Copa América, el portugués ganó la Eurocopa con su selección. Pero es el Mundial Rusia 2018 el único trofeo que puede romper completamente la balanza y encumbrar a uno sobre el otro.
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