Neymar volvió a brillar en PSG y luego de tres años consiguió clasificar a su equipo por primera vez a la final de la Champions League.
Tenía la comodidad en Barcelona para permanecer triunfando al lado de Lionel Messi, pero decidió dejar todo eso atrás para liderar un proyecto y demostrar a todos que podía alcanzar la cima desde otro lado. Neymar llegó a PSG en 2017 con dos objetivos claros: el Balón de Oro y conquistar la Champions League, la primera en la historia de los franceses.
En Francia lo ganaron todo, pero el reto estaba puesto en Europa. En los dos primeros años no pasaron de cuartos de final y en los duelos decisivos Neymar estuvo ausente por lesiones. Cuestionado y mencionándose su interés por dejar el equipo, el brasileño no se marchó de París y esta temporada lo está cambiando todo.
Volvió a ganarlo todo en ese país y ahora para la Champions estaba completamente apto. Con lujos, asistiencias y principalmente tomando el liderazgo de su elenco, Neymar ha sido la pieza clave de Thomas Tuchel para que PSG clasificara por primera vez a la final de la Champions League tras golear por 3-0 a RB Leipzig.
No anotó, pero su relevancia no puede ser reflajada solo en estadísticas. Golearon a la sorpresa de Alemania en un duelo donde hubo mucha fricción, por lo que al pitazo final cayó tendido en el césped y realizó los puños representando que un paso más hacia su objetivo estaba dado.
La expresión de Neymar refleja lo que ha buscado durante tres años en París. Llegar a la cima de Europa con su escuadra y ser la figura indiscutida, la que el próximo 23 de agosto volverá a plantarse en una final de Champions League y luchará por la primera estrella de PSG.
Comparte esta noticia