El ucraniano se convirtió en el segundo de su país que anota en una final de Europa League. Andriy Shevchenko lo hizo antes en el 2003.
Uno de los goles más bonitos de la final salió de los pies del volante ucraniano Ruslan Rotan, que a poco del término de la primera parte sacó una pintura desde el borde del área.
Rotan tenía la dificultad de patear con la barrera algo adelantada y cerca al arco custodiado por el meta Rico del Sevilla.
Rotan acarició el balón a lo Andrea Pirlo y dejó sin opción a Rico, que no voló a tiempo para sacarla de la parte media de su palo derecho.
Al final, Dnipro cayó 3-2 ante Sevilla y le dijo adiós al sueño de hacer historia en la Europa League por primera vez.
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