Los jugadores del cuadro visitante dejaron al cambo tras los cánticos de los hinchas, quienes portaban carteles con mensajes como “Kosovo es Serbia”. La Federación Rumana de Fútbol ha restado importancia y calificado el accionar de los seleccionados kosovares como un “desprecio al juego limpio”.
El choque de la Liga de Naciones jugado entre Rumanía y Kosovo este viernes, suspendido por los cánticos de “serbios, serbios” de parte de la afición local en contra del equipo rival, supone un nuevo capítulo en la ‘guerra’ futbolística que ha rodeado a algunos de los partidos disputados por la selección del antiguo territorio yugoslavo.
Con 0-0 y el minuto 90 rebasado, los jugadores kosovares decidieron retirarse al vestuario como protesta por los gritos proferidos por los ultras situados en uno de los fondos del Estadio Nacional de Bucarest.
Ante la negativa a regresar al campo, el árbitro danés Morten Krogh dio por suspendido el encuentro, sobre el que la UEFA deberá pronunciarse.
Según los kosovares, “el comportamiento racista” de los hinchas rumanos, que también exhibieron pancartas con el lema “Kosovo es Serbia”, hacía inviable reanudar el partido, correspondiente al grupo 2 de la liga C de la competición europea, en la que los rumanos son líderes con doce puntos, tres más que su rival del viernes.
Por el momento, la UEFA guarda silencio y se ha limitado a señalar en su página web que, tras la suspensión del encuentro, “facilitará nueva información a su debido tiempo”.
“Basta ya. Kosovo es un miembro de la UEFA y reivindicamos nuestro derecho a que se nos trate con igualdad. Es hora de poner freno de una vez por todas a esta falta de respeto hacia nuestro país”, clamó el capitán kosovar Amir Rrahmani al término del choque.
El jugador del Nápoles recordó que su territorio cuenta con un pasado “doloroso” debido a la guerra que protagonizó con Serbia en 1999. “Todo el mundo tiene que saber que Kosovo es Kosovo”, incidió.
Rumanía desconoce la independencia de Kosovo
Tras el conflicto bélico en el que intervino la OTAN, que dejó varios miles de muertos, el territorio en el que una amplia mayoría de sus 1,8 millones de habitantes son de etnia albanesa declaró la independencia de Serbia en 2008.
Cinco países europeos, entre ellos, España y Rumanía, rechazan reconocer la independencia de Kosovo, perteneciente a la UEFA y la FIFA desde 2016.
Desde entonces, el enfrentamiento político se ha extendido al campo de fútbol, con diversos incidentes ocurridos en partidos disputados por Kosovo contra Rumanía o en los de Albania contra Serbia.
En septiembre del pasado año, en un encuentro de la fase de clasificación de la Eurocopa, el partido entre rumanos y kosovares en Bucarest estuvo interrumpido durante casi una hora por la decisión de los visitantes de retirarse del césped por una situación similar a la vivida ayer.
Tras el último encuentro entre ambas selecciones, en la ida de la Liga de las Naciones el pasado 6 de septiembre, en la que los rumanos ganaron 0-3, la Federación de Kosovo fue sancionada con 61 000 euros por invasión de campo, lanzamiento de objetos, encendido de bengalas y disturbios.
Discrepancias entre las federaciones de Rumanía y Kosovo
La Federación Rumana de Fútbol (FRF) acusó este sábado al equipo nacional de Kosovo de "falta de respeto" y "desprecio al juego limpio" por haber interrumpido el encuentro del viernes, y rechazó como infundadas las acusaciones de los kosovares sobre comportamientos "racistas" de los hinchas rumanos.
En un comunicado, la FRF "expresa su profunda decepción por el comportamiento de la delegación de Kosovo y sus jugadores durante el reciente partido de la Liga de Naciones".
"Consideramos que las acusaciones realizadas por la parte de Kosovo son infundadas y creemos firmemente que sus acciones fueron premeditadas", señaló hoy la federación rumana.
La nota recuerda además "la decisión tomada por el Comité Disciplinario de la UEFA con respecto a un incidente similar durante un partido el año pasado", según la cual el lema 'Kosovo es Serbia' no puede clasificarse como racista "y, por lo tanto, no puede activar el procedimiento de tres pasos", prosigue.
Por su parte, la Federación de Fútbol de Kosovo (FFK) denunció este sábado la "atmósfera inaceptable e insegura" que, dice, reinó durante el partido contra el combinado rumano.
La FFK resalta que la suspensión del encuentro se debió a los "insistentes cánticos racistas y antikosovares por parte de los aficionados rumanos".
Estos incidentes "dañan gravemente el espíritu del juego limpio ('fair play'), los valores del fútbol y violan totalmente las normas y principios de la UEFA", afirma la federación kosovar en la nota, en la que condena el comportamiento de la afición rumana.}
"Los cánticos como 'Kosovo es Serbia' y 'Serbia, Serbia', los silbidos durante el himno nacional de Kosovo, el lanzamiento de objetos al estadio y otras acciones ofensivas y provocadoras estuvieron presentes durante todo el partido, creando una atmósfera inaceptable e insegura para los jugadores de Kosovo", afirma. (Con información de EFE)
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