Mesut Özil llamó la atención de su país tras acusaciones de racismo a la Federación Alemana de Fútbol (DFB) por una foto que se tomó con el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan.
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó su "respeto" por la decisión del germano-turco Mesut Özil de retirarse de la selección nacional, así como la alta estima que merece como futbolista, sin entrar en valoraciones sobre sus acusaciones de racismo a la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
"La canciller federal respeta la decisión Mesut Özil, al que tiene en alta consideración como futbolista", aseguró la viceportavoz del Gobierno, Ulrike Demmer, en una comparecencia de rutina ante los medios y en medio del revuelo causado por el anuncio del centrocampista.
La fuente gubernamental recordó asimismo el papel del deporte como factor integrador en la sociedad alemana e insistió en que Alemania es un "país abierto", que acoge a la población de origen inmigrante.
"Es un gran futbolista", enfatizó la portavoz en nombre de Merkel, gran aficionada al fútbol y quien a menudo se ha dejado fotografiar con Özil, incluido en sus puntuales visitas al vestuario de la selección.
La retirada de Özil entre fuertes acusaciones a la cúpula de la DFB ha desatado una tormenta política y futbolística en el país.
"Es una señal alarmante que un gran futbolista como Özil no se sienta querido en su país ni representado por la DFB", escribió la ministra de Justicia, Katarina Barley en su cuenta en Twitter.
Özil comunicó ayer su retirada de la selección con una declaración enviada en tres partes a través de Twitter, donde afirmaba que para el presidente de la DFB, Reinhard Grindel, un jugador de origen inmigrante como él solo es aceptado cuando se gana, pero no cuando se pierde.
EFE
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