Sergio Ramos, rey de los récords del fútbol español

Sergio Ramos, capitán de la selección española y el Real Madrid, igualó en El Molinón un nuevo registro histórico en su carrera, los 167 partidos de Iker Casillas, para convertirse en el jugador con más internacionalidades de la historia de la Roja tras pasar a ser el que más triunfos ha obtenido.

El defensa con alma de goleador sigue cosechando registros que serán difícilmente superables en el futuro. El 6 de septiembre de 2019 quedará como la fecha en la que dio caza a su amigo Iker Casillas y, si no sufre lesión, el próximo 12 de octubre en la visita a Noruega lo superará.

Ramos debutó el 26 de marzo de 2005 en un encuentro amistoso disputado en Elche ante China. Fue Luis Aragonés el primer seleccionador que apostó por un jugador que llamó la atención de todos al debutar con el Sevilla y ser fichado por el Real Madrid. Su primera aparición con la Roja fue entrando al césped por otro jugador de raza, con el que compartiría grandes éxitos posteriormente como Carles Puyol.

Los primeros años de Ramos como internacional actuó como lateral derecho. En esa demarcación se proclamó campeón de la Eurocopa en 2008 y del Mundial 2010. Ya como central y ejerciendo un liderazgo indiscutible ganó la Eurocopa 2012 como pieza clave de la 'generación de oro' del fútbol español.

En los 167 partidos como internacional absoluto Sergio Ramos ha marcado 21 goles, entrando entre los diez máximos artilleros de la historia de la selección en Bucarest el pasado viernes, en su tercer partido consecutivo marcando; una racha que se cortó frente a Islas Feroe. En total ha anotado ocho tantos en sus diez últimas apariciones con la Roja.

Ya es el defensor más goleador de la selección española, ya que su referente era Fernando Hierro, quinto clasificado con 29 dianas, que jugó muchos partidos como centrocampista con Javier Clemente como seleccionador. Actual lanzador de los penaltis, los próximos objetivos de Ramos son Julio Salinas (22), Alfredo Di Stéfano (23) y Emilio Butragueño (26), todos ellos delanteros.

Se marchó sin marcar en El Molinón, donde jugó 84 minutos y sintió el cariño de la afición que lo despidió en pie con una cerrada ovación al hombre récord del fútbol español.