Los últimos minutos del duelo entre Celtic y Rangers terminó llevándose la atención de toda Europa por la agresión de Ryan Kent hacia Scott Brown.
Los partidos entre el Celtic y Rangers, más allá de caracterizarse por ser los de mayor trascendencia en el fútbol escocés, también son vistos como uno de los más violentos de toda Europa. Teniendo en cuenta la rudeza y agresividad con la que se vive el balompié en el país británico, varios de estos clásicos terminan en golpes y el del último fin de semana por la Scottish Premiership no fue la excepción.
Transcurría el minuto 87 del partido, instantes después de que el Celtic se había puesto en ventaja por 2-1 a través de una anotación de James Forrest, cuando ocurrió un altercado entre los jugadores Ryan Kent (Rangers) y Scott Brown. El conjunto dirigido por Steven Gerrard quiso sacar desde la mitad de cancha, cuando Brown lanzó la pelota detrás de él frente a la mirada de Kent.
A Ryan Kent, de 22 años, no le gustó para nada la acción de Scott Brown y eso se reflejó en el puñete con su mano izquierda que le propinó en el rostro segundos después de el acto mencionado. Después de ello se armó una trifulca entre miembros de ambos equipos, para la cual tuvo que intervenir el árbitro. Al fin y al cabo, el conato de bronca paró pero lo más increíble de todo es que el jugador del Rangers no recibió ni siquiera una tarjeta amarilla.
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