Moussa Marega, que anotó el gol del triunfo de Porto ante Guimaraes, protestó luego de escuchar gritos de mono y cánticos racistas en su contra.
El atacante franco-maliense del Porto Moussa Marega (28 años) fue víctima de gritos racistas y decidió abandonar el terreno de juego en el minuto 71 del partido de la fecha 21 del campeonato luso en el campo del Vitoria de Guimaraes.
Después de haber firmado el tanto de la victoria (2-1) de su equipo, Marega se cansó de escuchar gritos de mono y cánticos racistas en su contra, por lo que decidió abandonar el césped once minutos más tarde.
Su entrenador se apresuró entonces en hacer un cambio de urgencia, dando entrada en su lugar a Wilson Manafa (71).
Algunos jugadores del Porto y del rival Vitoria de Guimaraes trataron de persuadirle para que continuara jugando el partido, pero Marega siguió adelante y, muy enfadado, se retiró a los vestuarios, acompañado de miembros del cuerpo técnico de su club.
Marega, nacido en Les Ulis (periferia de París), jugó en el equipo de Guimaraes en el curso 2016-2017.
En el momento de abandonar el césped y luego en el túnel, Marega dedicó gestos hacia la grada, levantando uno de sus dedos y también mostrando su dedo pulgar hacia abajo, en señal de desaprobación de la actitud de los hinchas que le gritaban.
"Querría simplemente decir a esos idiotas que vienen al estadio a lanzar gritos racistas que os jodan. Agradezco también a los árbitros que no me hayan protegido y me hayan mostrado una tarjeta amarilla por defender mi color de piel", escribió poco después Marega en su cuenta de Instagram, con emoticonos de una mano con un dedo levantado.
"Espero no veros nunca más en un terreno de juego. ¡Sois una vergüenza", añadió el jugador.
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