El equipo culé sufría más de la cuenta para llevarse el triunfo, pero apareció el olvidado central belga para armar la fiesta.
Un zurdazo de Thomas Vermaelen a 23 minutos para el final, tras un rechace de Kameni a centro de Luis Suárez, acabó con la resistencia del Málaga en el Camp Nou y dio una trabajada y merecida victoria (1-0) al Barcelona, que esta noche saldó una cuenta pendiente con el conjunto andaluz.
Con Iniesta repartiendo regalos a los tres de arriba, el Barcelona fue muy superior desde el primer minuto, pero le faltó precisión en los metros finales para inquietar verdaderamente a Kameni.
El Málaga, bien parapetado atrás, se replegaba con orden e intentaba salir tímidamente a la contra, pero no encontraba efectivos para combinar y el campo se le hacía demasiado largo en cada transición.
El Barça se adueño definitivamente del choque y puso cerco a la meta visitante, con Iniesta al mando de las operaciones, un Neymar cada vez más incisivo por el flanco izquierdo y la versión más rematadora de Messi.
Hasta cinco balones le sacó Kameni al astro argentino en la segunda mitad. La lluvia de remates del crack del Barça, que hoy anduvo todo el partido peleado con el gol, fue el preludio del tanto de Vermaelen.
El central belga, que se pasó toda la temporada pasada lesionado y que en esta ha encontrado la titularidad en la sanción a Piqué, se convirtió en el héroe inesperado del partido al fusilar a Kameni tras un rechace de éste a centro de Luis Suárez, en el minuto 72.
El uruguayo tuvo una muy clara para hacer el 2-0, ante un Málaga ya entregado que, sin embargo, cosas del fútbol, pudo empatar en la última jugada del tiempo añadido, en su única llegada clara en toda la segunda mitad: una internada por la izquierda de Juankar, que puso el balón a Charles para que este rematara delante de Bravo.
Pero la poca pericia del brasileño y la fe de Jordi Alba para cruzarse en su camino justo cuando armaba la pierna derecha evitaron el gol que hubiera dejado helado al Camp Nou.
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