Jugador azulgrana asegura que no lanzó ninguna frase racista al delantero del Sevilla Frederic Kanouté. 'Lo llamé y me prometió que desmentiría que yo lo hubiese insultado', agregó.
El centrocampista del Barcelona Cesc Fàbregas ha insistido en que no profirió ningún insulto racista al sevillista Frederic Kanouté en la tangana que acabó con la agresión del delantero maliense y su consecuente expulsión.
"Yo un santo no soy, al igual que no lo somos los 22 que estamos en el terreno de juego, pero no soy racista", ha subrayado Cesc, quien ha desvelado que llamó por teléfono a Kanouté para pedirle que desmintiera este extremo "y él me prometió que desde su boca no había salido nada de eso".
El de Arenys de Mar ha afirmado que "a quien filtró lo de los insultos racistas le ha salido bien la jugada, porque ha aparecido por todo el mundo" y ha añadido que durante estos años se ha ganado una reputación que no puede mancharse por acusaciones que, a su entender "no tienen ningún fundamento".
"Hoy en día, cualquiera se inventa algo en Twitter y se convierte en "trending topic" (tema más seguido)", ha lamentado Cesc, quien no está acostumbrado a este tipo de polémicas: "En Inglaterra solo era fútbol y fútbol; estas cosas no existen allí".
El mediapunta azulgrana volvió ayer a ser titular tras superar una pequeña lesión muscular que le ha tenido tres semanas de baja.
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