Los jugadores de Alianza Lima concentraron en un conocido hotel de San Isidro antes de enfrentar a su eterno rival, Universitario de Deportes, en una nueva edición del clásico del futbol peruano.
No hay clásicos amistosos. Con esa consigna los jugadores de Alianza Lima se concentraron en un conocido hotel de San Isidro para enfrentar a su eterno rival, Universitario de Deportes, en una nueva edición del clásico del futbol peruano.
A las 2 de la tarde del sábado, los íntimos abandonaron su recinto, el estadio Alejandro Villanueva, y se trasladaron a su punto de concentración. Luego de una tarde de videos y otros pasatiempos los jugadores pernoctaron alrededor de las nueve de la noche.
Al día siguiente, el cuadro blanquiazul empezó su domingo de clásico con un desayuno ligero, el mismo que se llevó a cabo a las 9 de la mañana. Dos horas más tarde los jugadores recibieron la respectiva charla técnica y posteriormente, alrededor del mediodía, almorzaron.
“Los chicos están muy motivados a pocas horas el partido. Ellos saben que no hay clásicos amistosos y saldrán con todo para obtener la victoria”, declaró Renyo Gayoso, gerente deportivo de Alianza Lima.
Alrededor de las 2 de la tarde el plantel victoriano, encabezado por el director técnico Guillermo Sanguinetti, tomó el bus que lo trasladaría al Estadio Nacional.
“A la hinchada blanquiazul le pido que apoyen que (el encuentro) será un clásico y no un amistoso. Será un fiesta”, fueron las últimas palabras del capitán, Walter Ibañez, antes de enrumbar al coloso de José Díaz.
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