´No salgo de la casa. No tengo ganas de hacer nada´, dijo José Jiménez entre lágrimas a LaGaceta.com.
Luego de maltratar a un perro y tirarlo contra el alambrado de una tribuna, José Jiménez, futbolista del Bella Vista de Tucumán, dio la cara y en sus primeras declaraciones dijo estar arrepentido por su comportamiento.
"Fue un momento del partido. Ganábamos 1-0, ellos son un equipo grande (San Juan) y sin demasiada justicia pasamos a perder 2-1. Al animalito lo larga la gente de ellos. Nadie lo quiso sacar. Había como 10 policías que se reían. Querían demorar y ahí fue cuando lo quise pasar para el otro lado", explicó el jugador a LaGaceta.com.
Luego continuó: "Cuántas cosas pasan en el fútbol, que no tienen tanta repercusión como me está pasando. Me están haciendo daño a mí y a mi familia. Quiero que se pongan de mi parte. No quise golpearlo".
Después de que las imágenes fueran reproducidas en todo Argentina y el mundo, Jiménez decidió resguardarse en su casa, en Lules (Tucumán): "Mi familia me dice "salgamos, demos una vuelta". Mi papá viene y me habla: "Deja transcurrir los días", pero no sé qué hacer. Tengo temor de que la gente me diga algo. Me levanto, duermo mal".
Ahora el jugador se encuentra desempleado y muy pocos le han dado la mano. Hasta teme que otros clubes no lo contraten por el lamentable suceso que protagonizó.
"El club me dejó libre. Quise hablar con el presidente, Carlos Lazarte, pero me dijo que no hay plata y me cortó. Nadie me dio una mano", aseguró Jiménez, que trabaja en una cooperativa pero que después de este episodio perdió uno de sus principales ingresos.
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