El volante, que lleva cuatro meses en un centro de rehabilitación, aseguró que le va ganando a su adicción por la cocaína y espera volver al fútbol rentado.
Carlos Flores, futbolista inactivo que el año pasado defendió la casaquilla del CNI de Iquitos y que además puede jactarse de haber jugado por el Sport Boys, Universitario y Alianza Lima, confesó que está jugando el partido más difícil de su vida al enfrentar su adicción por la cocaína.
"Tengo momentos en los que debo hacer terapias. Mi problema es con la cocaína, no me avergüenza decir que tengo problemas de adicción, y dicho sea de paso voy ganando este partido", confesó el popular 'Kukín' en declaraciones para América Televisión.
"El fútbol nunca me ha tratado mal, yo lo he tratado mal. Ahora quiero ser un ejemplo para mis hijos, agregó el futbolista, que lleva cuatro meses en rehabilitación.
Flores es consciente que a sus 35 años el día de su retiro definitivo está muy cercano, pero por ahora quiere recuperar algo del tiempo perdido, aunque la nostalgia a veces se apodere de él.
"Me llena de nostalgia. Yo debo dejar el fútbol en vez de que el fútbol me deje. Me duele pensar que llegará el momento en el que no podré levantar los brazos para saludar al público. Como decía el gran Héctor Lavoe: 'Todo tiene su final y nada dura para siempre'", apuntó 'Kukín'.
"Tengo momentos en los que debo hacer terapias. Mi problema es con la cocaína, no me avergüenza decir que tengo problemas de adicción, y dicho sea de paso voy ganando este partido", confesó el popular 'Kukín' en declaraciones para América Televisión.
"El fútbol nunca me ha tratado mal, yo lo he tratado mal. Ahora quiero ser un ejemplo para mis hijos, agregó el futbolista, que lleva cuatro meses en rehabilitación.
Flores es consciente que a sus 35 años el día de su retiro definitivo está muy cercano, pero por ahora quiere recuperar algo del tiempo perdido, aunque la nostalgia a veces se apodere de él.
"Me llena de nostalgia. Yo debo dejar el fútbol en vez de que el fútbol me deje. Me duele pensar que llegará el momento en el que no podré levantar los brazos para saludar al público. Como decía el gran Héctor Lavoe: 'Todo tiene su final y nada dura para siempre'", apuntó 'Kukín'.
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