El periodista Efraín Trelles analiza la actualidad de León de Huánuco y su futuro inmediato en la Copa Libertadores de América.
Por Efraín Trelles
Ya su rugido marcó historia. El gran salto del León (hace un año en Copa Perú y hoy en Libertadores) ha puesto nuevamente a soñar a un pueblo que llevaba 17 años alejado de la Primera División, y que hoy se prepara para recibir a los mejores de América y enfrentarlos a orillas del Huallaga, en el inexpugnable bastión de la Viña del Río, el Heraclio Tapia.
Cada nuevo umbral requiere cambios. Si lo sabrá bien una dirigencia que no vaciló en mandar a Leo Rojas como asistente del Torito Araujo, para abrirle paso a Franco Navarro quien ha guiado muy bien al cuadro huanuqueño que es firme aspirante al título.
Pero no todo es tranquilidad. Capitales locales y foráneos se movilizan a fin de contratar a los más destacados elementos del Rey León. La dirigencia debe estar ya calibrando una respuesta. Se comenta que las prioridades en el horizonte del 2011 son Luis Guadalupe en la zaga, Gustavo Rodas al medio y Luis Perea en la delantera.
Ya los anzuelos han sido arrojados, el del Deportivo Quito a la cabeza, y se espera una reacción de la dirigencia del León para asegurar una buena Libertadores.
Pero ojo, esos tres serán una base pero el León debería buscar la renovación de la gran mayoría de jugadores si no todos. Esa será la mejor garantía de que en la Libertadores veremos a un León con melena, a un León con rugido pero sobre todo, a un León solidario, compacto. Un León entregado, automatizado e invencible en el Heraclio.
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