La presidenta condenó la semana pasada los insultos racistas de los que fue víctima el futbolista del Cruzeiro, Tinga en el duelo de Copa ante Real Garcilaso.
La presidenta del Gobierno brasileño, Dilma Rousseff, reiteró que Brasil organizará la "Copa contra el racismo" y que el Mundial de fútbol 2014 será un momento de respeto de las diferencias.
"Estamos construyendo un país que respeta la diferencia. Quería decirles que la Copa del Mundo es un momento especial donde los pueblos se encuentran para una disputa lúdica en que la marca debe ser la convivencia armoniosa entre las diferentes naciones", dijo Rousseff en un evento cultural en el estado de Río Grande do Sul.
La presidenta condenó la semana pasada los insultos racistas de los que fue víctima el futbolista de raza negra Tinga, del Cruzeiro, durante el partido jugado en Perú contra el Real Garcilaso, por la Copa Libertadores, y apostó por eliminar este tipo de episodios durante el Mundial.
"Es una Copa de paz y una que, de hecho, contempla la cuestión de la alegría en la diversidad, porque es una Copa contra el racismo", sostuvo hoy la jefe de Estado, quien aprovechó para elogiar el trabajo del seleccionador Luiz Felipe Scolari, presente también en la Fiesta de la Uva, en la ciudad de Caxías do Sul.
Rousseff celebró la diversidad étnica y cultural existente en Brasil, donde el 50,7 por ciento de la población del país está formado por negros y mulatos, según el censo de 2010 divulgados por el Gobierno.
EFE
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