El equipo japonés derrotó por la mínima diferencia y clasificó a los cuartos de final de este campeonato. Su siguiente rival es el Al Ahly egipcio.
El Sanfrecce Hiroshima capitalizó su mayor dominio del balón durante el partido que disputó contra el Auckland australiano, y se ganó el derecho a disputar los cuartos de final del Mundial de clubes contra el Al Ahly de Egipto, el próximo domingo 9 de diciembre.
El equipo nipón impuso con claridad su centro de campo y eso le permitió gozar de numerosas ocasiones de gol, hasta dieciséis a lo largo del partido, pero sólo Aoyama consiguió traspasar la red en el minuto 66, después de una contra.
Auckland pecó de falta de contundencia en la defensa y de poca ambición. Sólo en los minutos finales, acuciado por el marcador y la falta de tiempo, decidió irse arriba para poner en aprietos al Sanfrecce. De hecho tres de los seis disparos a puerta que efectuó en todo el partido fueron en los últimos cinco minutos.
Yogiro, en los minutos 20 y 51, pudo haber inaugurado el marcador pero sus remates se fueron al poste. Ryota con un disparo al larguero en el minuto 85 pudo haber sentenciado el partido, pero el Sanfrecce tuvo que sufrir hasta el final para conseguir la victoria.
Ficha técnica:
1 - Sanfrecce Hiroshima: Shusaku; Mizumoto, Chiba, Aoyama, Koji (Ishihara, min, 92); Kazu, Hisato, Mikic (Seok Ho, min.82), Yojiro; Ryota y Kohei (Yamagishi, min. 61).
0 - Auckland: Williams; Iwata, Berlanga, Bale, Expósito (Tade, min. 78); Korivcic (Corrales, min.67), Feneridis, Dickinson, Vicelich; Riera y Milne.
Gol: 1-0 (M.66) Aoyama.
Árbitro: Djamel Haimoudi (ARG). Mostró tarjetas amarillas a los locales Mizumoto (min.47), Yamagishi (min.71) y a los visitantes Berlanga (min.38), Riera (min.50).
Incidencias: Partido correspondiente a la eliminatoria previa de cuartos de final del Mundial de Clubes disputado en el estadio de Yokohama (Japón). Se guardó un minuto de silencio en memoria de Richard Nieuwenhuizen, un juez de línea que arbitraba un partido de juveniles en Holanda y que murió como consecuencia de las lesiones sufridas tras la agresión de varios jugadores al final del partido.
EFE
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