El volante brasileño denunció los actos racistas de la afición huancaína en el duelo de Copa Libertadores ante Real Garcilaso.
El volante Tinga, del Cruzeiro, que esta semana fue objeto de insultos racistas en Perú durante un partido de la Copa Libertadores frente al Real Garcilaso, condenó esas agresiones, pero también las que dice sufrir en Brasil.
En una entrevista con el canal de televisión Globo, Tinga dijo que el color de su piel también es objeto de insultos en su propio país y que incluso a veces es magnificado por el hecho de que está casado con una mujer blanca y rubia, hija de italianos.
"Somos casados hace más de quince años. Cuando llegamos a algún lugar nadie conoce nuestra historia y en las miradas de muchos siento aquello de ´mira al negrote aquel con esa blanca, con esa rubia´", declaró.
Tinga recordó incluso que la primera vez que fue insultado por el color de su piel en un estadio de fútbol fue precisamente en Brasil, cuando jugaba con el Gremio, en un partido frente al Juventude.
"Cada vez que tocaba el balón la hinchada del Juventude imitaba a un mono", recordó Tinga, quien afirmó que ese episodio casi le lleva a rechazar una oferta para jugar en el Borussia Dortmund alemán.
Sin embargo, finalmente aceptó, pasó cuatro años en el club germano y asegura que "nunca" sintió que era despreciado por su color. "Por el contrario, en Alemania aprendí mucho sobre respeto y educación", declaró.
Lo sucedido en Perú llevó a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a exigir un castigo "ejemplar" para el Real Garcilaso y generó una ola de solidaridad con el jugador del Cruzeiro.
EFE
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