¡No existen maldiciones! Rúben Amorim, volante de Benfica, afirma que el arbitraje fue determinante para no ganarle la final a Sevilla en el Juventus Stadium.
El centrocampista portugués del Benfica Rúben Amorim culpó al arbitraje de la derrota cosechada ante el Sevilla en la final de Europa League, partido en el que los lisboetas reclamaron varios penales por pitar.
"Ganamos tres títulos y no nos dejaron ganar el cuarto", afirmó el jugador luso en declaraciones a la emisora de radio pública Antena1, nada más terminar la final de la Copa de Portugal contra el Rio Ave, en la que se coronó campeón (1-0).
Los lisboetas cierran así una temporada redonda en la que vencieron la Liga, la Copa de Portugal y la Copa de Liga, un triplete inédito en el país, aunque volvieron a perder por segundo año consecutivo en la final de la Europa League, algo que muchos piensan es la maldición de Bela Guttmann.
"Era importante vencer, porque la última imagen es la que queda de la temporada, aunque también hubo malos momentos, debido a algunos factores", declaró enigmático el internacional.
EFE
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