Las pocas sensaciones positivas que dejaron los futbolistas que fueron probados en la última fecha doble FIFA y la necesidad de conseguir alternativas de cambios en la Selección Peruana nos llevan a hacernos esa interrogante.
Quedar fuera de un Mundial debe ser el golpe más duro, profesionalmente hablando, que haya sufrido cualquier futbolista del planeta. Las razones se entienden poco cuando ves a tu selección en la cita máxima del ‘Deporte Rey’ y a ti te toca vivirla como un espectador común y silvestre, estando acostumbrado a ser parte de la pista de baile y no del público.
Tamaña frustración tendría que ser motivo de reflexión y análisis, sobre qué se hizo bien y mal, para no ser considerado. Tendría que ser suficiente motivación de cambio y mejora. La Selección Peruana no fue la excepción y en el mar, la ola tapó a varios. Carlos Ascues, Yordy Reyna, Carlos Zambrano, por mencionar algunos, fueron parte del proceso, pero por distintos motivos mencionados hasta el hartazgo, quedaron fuera de los 23 privilegiados.
Las pruebas ante Holanda y Alemania no tuvieron las respuestas esperadas y ahora es momento de ampliar el universo de jugadores confiables y recortar distancia que hay entre titulares y suplentes. Ante este escenario surge la interrogante ¿No fue suficiente “castigo” quedarse sin Mundial?
Aunque se debe respetar la decisión del técnico, es también pertinente plantear la postura de la inserción de los futbolistas que quedaron al margen de Rusia 2018, sobre todo cuando muestran desde el plano deportivo que pueden aportarle a la Bicolor. Para que ello suceda, tendrán que adaptarse a las nuevas normas de Videna, sin sembrar dudas; como lo hizo, por ejemplo: Luis Advíncula.
Carlos Ascues y Yordy Reyna, asoman como dos posibilidades, si se lo proponen. Las citaciones recurrentes en la primera etapa del proceso evidencian un gusto futbolístico del comando técnico para con ellos. Hoy gozan de continuidad, y si tienen la cabeza sólo pensando en fútbol, no habría porque no considerar un llamado. Lo de Zambrano, quien antes del partido con Alemania provocó un acercamiento con el plantel, tendrá que sumarle a ello minutos de juego en Suiza. Con las cartas en el ‘petate’, en el segundo tiempo del proceso y reconociendo que no tenemos un universo de jugadores tan extenso como Brasil, Argentina o Uruguay, es que nos volvemos a preguntar ¿Ya no fue suficiente “castigo”?
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