Se pide cuestión de confianza para Christian Cueva

Se convirtió en un jugador confiable y distinto para Ricardo Gareca desde el 2015, donde previo a la Copa América de Chile, apostó por él cuando no pasaba por su mejor momento.

Recordemos. Un mes antes del torneo, cuatro jugadores de Alianza Lima fueron expulsados por el árbitro Ramón Blanco tras un accidentado partido ante Real Garcilaso. Uno de ellos, Christian Cueva. El seleccionador aún cuando el clamor popular le pedía la citación de Benavente, puso por delante sus convicciones y llamó al hoy ‘8’ de ‘La Blanquirroja’. Ese día se empezó a construir un abrazo que recién lo veríamos el 15 de noviembre del 2018 en la histórica vuelta a los mundiales.

Cueva con Gareca ha disputado 48 de los 54 partidos que lleva dirigidos el argentino. Si hablamos solo de Copas América, jugó todo. Los seis de Chile 2015 y los cuatro de la Centenario que se hizo en Estados Unidos y más allá de errar en la definición ante Colombia, rindió. También hubo otros momentos difíciles, como la expulsión ante Chile en Lima en el arranque de las Eliminatorias y -quizá la más dura- el penal frente a Dinamarca en Rusia 2018. Aun con todo lo mencionado, su balance sigue siendo positivo.

Nunca se esconde

En términos estrictamente futbolísticos. La circulación, distribución y organización pasan -casi siempre- por los pies de dos hombres en la Selección Peruana: Yoshimar Yotún y Christian Cueva.

La decisión de realizar pases de conservación, de profundizar, de acelerar y poner pausas al juego, depende de su lectura.

Versatilidad

La capacidad para poder desempeñarse en más de una posición es algo muy valorado por el técnico de la Selección Peruana y Cueva ha sido utilizado por los lados y detrás del punta.

No tiene problemas para ganar la línea cuando va por derecha, aunque da la sensación de que se siente mejor haciendo diagonales por el otro sector. Sin embargo, jugó la mayoría de los partidos como enganche.

A lo largo de estos más de cuatro años que tiene al frente de la Selección Peruana, Ricardo Gareca nos ha enseñado a confiar en sus decisiones, que por lo general han sido acertadas. Confiemos.