De los 36 puntos que contiene el borrador de la ´Decisión de Lima´, los negociadores no habían logrado pasar a última hora del miércoles del número 15 y en ninguno de los que debatieron existió entendimiento.
Los representantes de los 196 países reunidos en la Cumbre del Clima de Lima (COP20) no se han puesto de acuerdo en un sólo párrafo del texto que debe aprobarse en tan sólo dos días sobre la información que deben contener los compromisos país de reducción de emisiones.
Aunque en la COP20 se trabaja en dos textos, uno sobre los elementos que contendrá el futuro acuerdo de París 2015 y otro sobre la información que incluirán los compromisos que cada país está dispuesto a asumir de cara a ese acuerdo, sólo este último es el que los gobernantes pretenden adoptar el viernes 12 de diciembre, en lo que vendría a llamarse, en términos de la ONU, la "Decisión de Lima".
Pues bien, de los 36 puntos que contiene el borrador de esa decisión, los negociadores no han logrado pasar a última hora de la tarde del miércoles del número 15 y en ninguno de los que debatieron existió entendimiento.
En lugar de ir simplificándose, como correspondería a estas alturas de la negociación, el "texto crece" en añadidos y matices, y la discusión de un sólo punto, el número 14, se dilató tres horas, confirmaron a Efe fuentes de la Oficina Española de Cambio Climático.
En él está la clave de la disputa entre los países desarrollados y la mayoría de los considerados "en desarrollo" cuando Naciones Unidas hizo esa división en las negociaciones climáticas, en el año 1992.
Esa lista ha variado significativamente en los últimos 20 años y ni la Unión Europea ni Estados Unidos quieren que siga haciéndose esa diferenciación, en la que el párrafo 14 sigue incidiendo al seguir barajado que sólo los llamados "países ricos" deben comprometerse a incluir reducción de emisiones, y, además, financiación a la adaptación en sus compromisos país.
Esto último no se había contemplado hasta Lima, y está siendo uno de los instrumentos de presión de algunos países en desarrollo, que quieren asegurarse de que los principales contribuyentes al cambio climático ponen sobre la mesa el dinero para que el resto se adapte al estrés hídrico, pérdida de cosechas, subida del nivel del mar y otros efectos que, según los científicos, van a venir.
"Tal como está redactado ahora el texto de la información que deben de contener los compromisos país es un brindis al sol", cada país puede decidir a qué quiere comprometerse, aseguraron a Efe fuentes de las ONG.
Por eso, para la UE es "vital" que el punto 14 y el 15 (sobre los anexos con la documentación que han de remitir los Estados con los compromisos país) queden bien redactados y todo aquello que se asuma sea "cuantificable, medible y fácil de comparar entre países".
"El texto avanza despacio, pero confiamos en que mañana a primera hora haya una versión más limpia y simplificada", declaró a Efe la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, Isabel García Tejerina, quien dijo sentir un "optimismo moderado" respecto a las negociaciones.
Una de las negociadoras de la Oficina de Cambio Climático española, con cerca de una década de experiencia en este tipo de procesos, sostiene que la COP20 no va más lenta que otros años, y que todavía en esta fase del debate en que cada país quiere hacer notar su voz.
"Como los objetivos son mayores que nunca, las dificultades para el acuerdo son también más grandes", insistió García Tejerina.
En cualquiera de los casos, todo apunta a que las negociaciones se extenderán el viernes hasta bien entrada la madrugada y que, muy probablemente, hasta el sábado no se concrete si el Norte y el Sur logran acercar posturas -y limarlas entre ellos- para alcanzar una declaración ambiciosa en Lima que conduzca a un buen acuerdo para el futuro del planeta en París.
EFE
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