El actor estadounidense Adrien Brody emulará a Arnold Schwarzenegger en el filme "Predator", que se estrena los próximo días, con un personaje muy alejado del judío Wladyslaw Szpilman, que le valió un Óscar en "The Pianist" ("El Pianista") y con el que comprendió que "no tenía nada más que demostrar".
"Debo admitir que es difícil encontrar otros papeles similares, de tanta profundidad y tragedia; después de "The Pianist", entendí que no tenía nada más que demostrar", afirma el actor en una entrevista publicada hoy por el diario romano "Il Messaggero".
El neoyorquino se siente "muy orgulloso" de su papel en esta trama de acción, dirigida en su nueva versión por Nimrod Antal, pero reconoce que "no hay nada comparable" al trabajo que hizo en 2002 para la película de Roman Polanski.
Brody se enfrentará ahora a las criaturas alienígenas en la piel de Royce, "un duro de las emociones, sin impulso ni abandono", según el actor, quien ha querido "regalar al personaje un rostro más humano".
"El verdadero desafío, era convertirme en un líder sanguinario creíble", confiesa Brody sobre la interpretación de este héroe mercenario, para la que ha tenido que ganar 15 kilogramos de musculatura.
Y es que, a sus 37 años, el también intérprete de "Life without Zoe" -la historia rodada por Francis Ford Coppola para "New York Stories" (1989)- o de "King of the hill" (1993), de Steven Sodeberg, dice ser "un actor dispuesto a todo", "camaleónico", que ha buscado siempre "la exploración de territorios cinematográficos distintos".
Ahora Brody se prepara para el rodaje, iniciado estos días, de la última cinta de Woody Allen, "Midnight in Paris", una comedia en la que compartirá reparto con Carla Bruni, esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, Kathy Bates, Marion Cotillard, Rachel McAdams, Michael Sheen y Owen Wilson.
Preguntado por su opinión sobre el pasado de Polanski, acusado de mantener relaciones sexuales con una menor y detenido en Suiza desde el pasado mes de septiembre a petición de la justicia estadounidense, el actor prefiere quedarse al margen: "No es de mi incumbencia comentarlo, no hablo de su vida privada", sentencia.
-EFE