"Esta es una alternativa para rescatar a tantos jóvenes que culminan la secundaria y que por falta de medios económicos se encuentran sin rumbo", señaló Enrique Peramás.
Como una medida que permitirá reorientar el rumbo de muchos jóvenes que no estudian ni trabajan y que por ello son vulnerables al consumo de alcohol y drogas, camino directo al mundo del delito, el alcalde del distrito del Rímac, Enrique Peramás, solicitó revisar las normas del servicio militar y estudiar la posibilidad de modificar su contenido para dar paso a un sistema obligatorio, con excepciones definidas.
“Esta propuesta se aplicaría por un año y no incluiría a estudiantes universitarios o de carreras técnicas, tampoco a los jóvenes que tienen obligaciones laborales temporales, ni aquellos que puedan probar documentadamente que están dedicados a actividades productivas”, remarcó el burgomaestre.
Peramás dejó en claro que su iniciativa no está orientada a que los jóvenes reclutas arriesguen su vida en las zonas de emergencia, que participen en conflictos bélicos o que sean trasladados a provincias. “En lugar de estar deambulando en las esquinas, recibirán una debida instrucción, alimentación balanceada, incentivos económicos y tendrían una mejor proyección para su futuro”, añadió.
En opinión del alcalde rimense el Estado no puede cruzarse de brazos ante una realidad latente. “Esta es una alternativa para rescatar a tantos jóvenes que culminan la secundaria y que por falta de medios económicos se encuentran sin rumbo y son presa fácil de malos elementos que los involucran en el pandillaje y la delincuencia”, afirmó.
Dijo también que, además de la enseñanza castrense, parte del compromiso sería realizar labores sociales, participar en campañas de promoción de valores y fomentar acciones cívicas. “Los tiempos cambian y debemos borrar el recuerdo nefasto de épocas en las que se hablaba de una formación rigurosa y hasta abusiva”, añadió.
Por ello, se identificó con los reclamos de los representantes de los derechos humanos y expresó su condena a cualquier acción que afecte física o sicológicamente a los civiles en servicio. Planteó que la Defensoría del Pueblo nombre a un Defensor Ad Hoc para la protección y defensa de los jóvenes, como una medida preventiva.
En opinión del alcalde rimense, actualmente se necesita motivar a la juventud a servir a la patria. Refirió que quienes sientan una verdadera vocación se quedarán en las Fuerzas Armadas y aquellos que, pasado su tiempo de servicio deseen retirarse, contarán con una certificación de estudios técnicos y una bonificación de puntaje que podrán usar al presentarse a un empleo en entidades estatales.
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