El director Michael Haneke le dedicó el galardón a su pareja ´que me soporta desde hace 30 años´. La cinta premiada es una alegoría de su relación.
"Amour", dirigida por el austríaco Michael Haneke, ganó hoy la Palma de Oro del 65 Festival de Cannes, segunda para el director, que ya la obtuvo en 2009 por "La cinta blanca".
Michael Haneke entró hoy en el selecto club de realizadores que poseen dos Palmas de Oro de Cannes al ganar la segunda con "Amour", en una edición en la que el mexicano Carlos Reygadas se llevó el premio al mejor director por "Post Tenebras Lux".
Además, Ken Loach ganó el Premio del Jurado por "The angel"s share" y el italiano Matteo Garrone el Gran Premio por "Reality".
"Beyond the hills", del rumano Cristian Mungiu, se llevó los galardones de mejor guión -del propio realizador- y mejor interpretación femenina, para Cristina Flutur y Cosmina Straton, ambas debutantes en el cine.
Y el danés Mads Mikkelsen se hizo con el de interpretación masculina por "Jagten" ("The hunt"), de Thomas Vinterberg, uno de los premios más aplaudidos de la noche.
Haneke recogió el premio acompañado de sus dos actores principales, Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, que se llevaron la mayor ovación de la noche.
"Le dedico este premio a mi mujer, que me soporta desde hace 30 años", dijo Haneke, quien explicó que "Amour", una película sobre la última fase de la vida de una pareja, "es una ilustración de la promesa que nos dimos si uno de nosotros entra en una situación como la que vemos en la película".
Por su parte, Mungiu recordó que su película está basada en una historia real de un exorcismo y se felicitó de que con su filme no se olviden esos hechos reales, "de gente que ha sufrido realmente".
El mexicano Reygadas agradeció al festival que creyera en su filme y que lo siga apoyando, así como al jurado, al público y a los miembros de la prensa que en los últimos 3 ó 4 días no habían hablado muy bien de la película.
Y Ken Loach subió al escenario del Gran Teatro Lumiere para recibir un premio por una comedia, algo no habitual en su cine, pero en la que no se olvida de los problemas sociales.
"Me gustaría decir que Cannes nos muestra que el cine no es sólo una diversión, nos demuestra cómo somos y cómo vivimos juntos. Me gustaría expresar nuestra solidaridad a todos los que en esta época difícil resisten a los programas de austeridad y privatización".
EFE
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