La petrolera argentina celebrará el lunes su primera asamblea de accionistas para elegir un nuevo directorio de la compañía.
La petrolera argentina YPF celebrará mañana, lunes, su primera asamblea de accionistas para elegir un nuevo directorio de la compañía tras la expropiación de un 51 por ciento de las acciones de la empresa en manos del grupo español Repsol.
La asamblea se desarrollará en la sede corporativa de la petrolera en Buenos Aires, con la asistencia de los accionistas, incluido Repsol, que estará representado por sus abogados y que suma un 12 por ciento de las acciones en la YPF estatalizada, que permite tener un miembro en el directorio.
La asamblea, que se celebrará a puerta cerrada, fue convocada por la Comisión de Valores, el regulador de los mercados en Argentina, cuyo titular, Alejandro Vanoli, presidirá la reunión, de cuyo desarrollo dará cuenta la Escribanía General de la Nación.
En el orden del día figura la remoción de la totalidad de los directores y síndicos titulares y suplentes de YPF y la designación de sus sustitutos.
Como nuevo accionista mayoritario, el Estado impondrá como presidente del directorio a Miguel Galuccio, un ingeniero en petróleo experto en la búsqueda y explotación de hidrocarburos no convencionales y nombrado gerente general de YPF por la presidenta argentina, Cristina Fernández.
Los estatutos de YPF faculta a la asamblea a designar entre 11 y 21 directores titulares, pero el gobernador de la provincia petrolera de Neuquén, Jorge Sapag, confirmó la pasada semana que el nuevo directorio tendrá 17 puestos.
Con la expropiación del 51 por ciento de YPF a Repsol, una medida anunciada por Fernández el pasado 16 de abril y convalidada por el Parlamento el pasado 3 de mayo, Repsol conservó un 6,43 por ciento de la mayor productora de hidrocarburos de Argentina.
El grupo español sumó además este jueves una participación adicional del 6 por ciento correspondiente a las acciones que el grupo argentino Petersen compró y puso como garantía al hacerse con un total del 25,46 por ciento de YPF mediante préstamos cuyo pago ha incumplido.
Así, Petersen, controlada por la familia Eskenazi, ha disminuido su participación en YPF al 19,46 por ciento, aunque podría también perder estas acciones pues también está en mora con un consorcio de bancos acreedores, integrado por Itaú, Credit Suisse, BNP Paribas, Santander y Citibank.
La participación estatal asciende al 51,02 por ciento, repartida entre el Estado nacional (26,03 por ciento) y las diez provincias petroleras argentinas (24,99 por ciento).
Otro 17,09 por ciento de YPF se cotiza en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York.
Repsol inició el 15 de mayo los trámites para llevar a un arbitraje en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) la nacionalización de YPF con la remisión de una carta a Cristina Fernández, en la que declara la existencia de una controversia en la expropiación.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, que ha reclamado 10.000 millones de dólares en compensación por las acciones expropiadas, dijo este martes que no ha recibido respuesta a esa misiva.
Brufau anticipó que la controversia en el Ciadi, tribunal que depende del Banco Mundial, podría prolongarse tres o cuatros años, plazo en el que confió poder encontrar una solución al conflicto a partir de un eventual cambio de Gobierno en Argentina, que celebrará sus próximas elecciones presidenciales en 2015.
El Gobierno argentino, que ha esgrimido una supuesta falta de inversiones en YPF para impulsar la expropiación, anunció que el Tribunal de Tasación argentino se encargará de fijar el valor de la petrolera, pero adelantó que no pagará la cifra reclamada por Repsol.
La compañía registró en 2011 una ganancia neta de 5.296 millones de pesos (1.179,5 millones de dólares), un 8,5 por ciento menos que en 2010.
EFE
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