El secuestrador de Cleveland, dijo durante los interrogatorios a los agentes que temió ser localizado varias veces durante el tiempo que duró el secuestro, revelaron videos policiales obtenidos por la NBC.
El secuestrador de Cleveland, Ariel Castro, que mantuvo durante una década a tres jóvenes cautivas en su casa, dijo durante los interrogatorios a los agentes que temió ser localizado varias veces durante el tiempo que duró el secuestro, revelaron videos policiales obtenidos por la NBC.
Castro, a quien esta semana se encontró ahorcado en su celda de Columbus (Ohio), confesó tras su arresto a los funcionarios que llamó por teléfono a la madre de una de las chicas, Amanda Berry, al poco tiempo de secuestrarla.
"Creo que le dije algo como que tenía a su hija, y que estaba bien, y ella era ahora mi esposa, algo así, probablemente no las palabras exactas", afirmó Castro, de 53 años y origen puertorriqueño.
Cuando los investigadores le preguntaron por la respuesta de la madre de Amanda, Castro simplemente señaló que "colgó", tras indicar que hizo la llamada desde le teléfono móvil de la chica.
El secuestrador cumplía condenada perpetua por el cargo de homicidio agravado, por golpear a una de las mujeres durante el cautiverio hasta causarle un aborto, y por el resto de los casi 1.000 cargos que enfrentaba, entre ellos cientos por violación.
Castro retuvo en su vivienda a Michelle Knight, Gina DeJesús y Berry, secuestradas respectivamente en los años 2002, 2003 y 2004, y que recuperaron la libertad el pasado 6 de mayo cuando, en un descuido de su captor, una de ellas logró escapar y pedir auxilio a gritos.
Asimismo, explicó que las cámaras de seguridad de la escuela de DeJesus deberían haber capturado su imagen apenas 15 minutos antes de que fuera secuestrada.
"Podrían haber solucionado el caso allí mismo en ese momento", dijo.
Por último, también comentó cómo la hija que había tenido con Berry en cautiverio siempre le preguntaba por qué tenía cerradas todas las puertas de la casa.
Castro reconoce que el día que fue capturado dejó una de las puertas del dormitorio abiertas: "Bajé la guardia", relata durante los interrogatorios.
Aunque estaba bajo vigilancia estrecha en prisión, Castro no contaba con protección frente al suicidio, por lo que las autoridades penitenciarias están investigando las circunstancias de su muerte.
EFE
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