Para los fabricantes de automóviles, el SEMA es una oportunidad de presentar vehículos modificados e inspirar a los consumidores para que personalicen sus autos.
La feria SEMA, dedicada a los accesorios del automóvil y considerada por muchos como el salón de vehículos más divertido de Estados Unidos, se inició ayer en Las Vegas con la presentación de prototipos de vehículos únicos y extravagantes.
En los últimos cinco años, desde el final de la crisis del sector en Norteamérica, el volumen de ventas en el mercado de accesorios de automóviles se ha disparado hasta alcanzar en la actualidad unos 30.000 millones de dólares al año.
De forma paralela, se han multiplicado el número de programas de televisión en Estados Unidos dedicados a la personalización de automóviles, o su construcción casera partiendo de un simple bastidor.
Para los fabricantes de automóviles, el SEMA es una oportunidad de presentar vehículos modificados e inspirar a los consumidores para que personalicen sus autos, lo que se traduce en mayor demanda de sus modelos y en el incremento de las ventas de sus accesorios.
EFE
Comparte esta noticia