El profesor de baile señaló que Marco Arenas y Fernanda Lora acudieron a sus clases como si nada hubiera ocurrido. Incluso, se tatuaron sus nombres en los brazos.
Poco a poco se van conociendo más detalles del macabro asesinato de la empresaria panificadora María Rosa Castillo, quien fue quemada viva por su hijo, Marco Arenas, y la enamorada de este, Fernanda Lora.
Según una televisora local, Marco Arenas y Fernanda Lora bailaron reggaetón tras consumar crimen y hasta se tatuaron sus nombres en los brazos para evidenciar su amor.
Resulta que la pareja había tomado clases de baile en un establecimiento de La Molina, al que acudieron como si nada hubiera ocurrido. De acuerdo a testigos del hecho, los jóvenes bailaron y rieron con total naturalidad.
El profesor de baile, identificado como Heriberto Redondo García, dijo se comunicó con Arenas el sábado 9 de noviembre y este le dijo que no iba a poder acudir a las clases porque estaba preocupado por la desaparición de su madre.
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