Astuquillca está ´dispuesto´ a regresar a zona de combate

El suboficial de la Policía Nacional, Luis Astuquillca, aseguró que regresaría a la zona del VRAE, donde estuvo extraviado 17 días, para combatir contra el narcoterrorismo.

"Claro que estoy dispuesto. Estoy preparado, todo por mi patria", manifestó. Dijo que esto dependerá de su comando si quiere que retorne o lo destaquen a otro lugar. "Estoy con la moral en alto", refirió.

El suboficial contó que los días que estuvo internado en la selva para buscar ayuda, se alimentaba de hongos de los árboles, semillas e insectos comestibles. Esto lo hizo gracias a los cursos que llevó en la División de Operaciones Especiales (Dinoes).

"Soy policía por convicción, estoy orgulloso de ser de la Dinoes", afirmó.

LEA MÁS: Astuquillca: "Gabriel es un fanfarrón y cobarde"

Pidió a sus compañeros que tengan fuerza, valor y coraje; que quieran a su institución y mostrarse orgullosos de ser policías. "Que den todo por su patria, que no se rindan".

RELATO DE UN SOBREVIVIENTE

El valeroso policía narró para el canal TV Perú, los momentos que pasó junto a sus dos compañeros Lander Tamani y César Vilca a quien le decía "mi camachito".

Su relato transcurre desde el momento en que los jóvenes se enteran del operativo planeado por las autoridades de las fuerzas del orden, hasta cuando -ya sin sus dos amigos- llega a salir de la selva tras 17 días, y luego de ser perseguido por delincuentes terroristas que buscaban acabar con él a cómo de lugar, tal como lo hicieron con Vilca y Tamani.

Al descender del helicóptero los tres efectivos vieron como la nave recibía disparos por parte de subversivos escondidos en dos montañas a los costados, por lo que tuvo que retirarse dejándolos en el lugar.

Una vez ahí y parapetados para no ser vistos, pues serían blanco fácil, decidieron pasar la noche en el lugar (obviamente no durmieron) y a la mañana siguiente comenzó lo que sería el final de sus dos compañeros. 

LEA MÁS: Astuquillca cuenta como fueron heridos Tamani y Vilca

Decidieron regresar hasta la base policial, pero de pronto recibieron una ráfaga de disparos; Tamani, que iba adelante, fue la primera víctima. Los otros dos se echaron a tierra y empezaron a disparar, para evitar que los terroristas bajen y los aniquilen.

Lamentablemente, una bala había impactado en César Vilca y resultó herido.

Astuquillca llegó hasta Vilca y le hizo un torniquete en la pierna para evitar que muera desangrado.

Luego fue hasta donde Tamani, pero lo encontró mortalmente herido.

Lo que sigue es la historia de sobrevivencia de dos valerosos policías que habiendo perdido a su compañero (igual de valiente que ellos) deciden no separarse y vivir para poder contar su hazaña.

Pero a veces parece que el destino está escrito y los "cobardes" como los llama en todo momento Austuquillca, vuelven a atacar y lo hieren en la pierna y brazo cayendo por un barranco. En ese momento los amigos, que eran casi como hermanos, y que habían dormido abrazados para darse calor, se separan.

Astuquillca recuerda que antes del último ataque le daba fuerzas a Vilca diciéndole que tenía que vivir, le dio sus propias medias y se quedó solo en camiseta. Pero al caer por el barranco tuvo que seguir escapando pues su instinto le decía que tenía que esquivar las balas que le proferían los terroristas.

Fueron 17 días que caminó, comió semillas e insectos y se internó en cabañas abandonadas para al fin llegar a Kiteni donde lo estaba esperando su padre quien ya lo había estado buscando.