El titular de Salud, Alexandre Padilha, señaló que 117 jóvenes permanecen internados, la mayoría de las víctimas está con ventilación mecánica y con riesgo de muerte.
A 235 ascendió la cifra de muertos en el incendio en una discoteca de Santa Maria, en el sureño estado brasileño de Río Grande do Sul, al fallecer este martes uno de los 118 lesionados en un hospital de Porto Alegre, la capital estadual.
Gustavo Marques falleció de muerte cerebral en el centro médico de Porto Alegre, a donde fue trasladado el domingo último con el 70 por ciento de quemaduras en el cuerpo, señaló una fuente del hospital.
Con este fallecimiento suman ahora 235 por el incendio en la discoteca Kiss, ocurrido el domingo último en esta ciudad, que causó gran conmoción en este territorio.
Con anterioridad, la Policía hizo una revisión a la lista de muertos, con 231 nombres y agregó otros dos, que habían sido olvidados, según el ministerio Público.
El titular de Salud, Alexandre Padilha, señaló que 64 jóvenes permanecen internados en los hospitales de la Caridad y Universitario, de esta ciudad, de los cuales 27 están en estado grave.
Otros 53 continúan ingresados en salas de terapia intensiva en clínicas de Porto Alegre y Canoa, ya que presentan quemaduras e intoxicación por humo.
Padilha dijo que la mayoría de las víctimas está con ventilación mecánica y con riesgo de muerte.
Adelantó que a tres internados se les retiraron los aparatos de respiración artificial y podrían retornar a sus casas en breve, tras una nueva evaluación médica, según Prensa Latina.
Durante esta jornada se registró una protesta de unas 300 personas que marcharon por la principal calle de Santa Maria para reclamar justicia. No queremos que este trágico hecho quede impune, mostraba uno de los carteles levantado por una manifestantes.
El delegado policial de la ciudad, Marcelo Arigony, informó que en la investigación realizada en la discoteca para recoger evidencias se detectaron varias irregularidades, que facilitaron la rápida expansión del fuego y la inhalación de sustancia tóxica.
El techo tenía un recubrimiento de espuma, un material altamente inflamable y que al incendiarse desprende un toxico nocivo, explicó Arigony tras señalar que ese local funcionaba con una sola puerta.
Los comercios y establecimientos públicos de Santa Maria abrieron este martes, pero la gran mayoría exhibe cintas negras en alusión al luto que rodea a la ciudad por este siniestro, el peor registrado en Brasil en los últimos 50 años.
ANDINA
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