Fuentes citadas por la prensa estadounidense revelan que Adam Lanza estableció una especie de "competencia" con Anders Behring Breivik.
Adam Lanza, el joven que en diciembre pasado mató a 20 niños y seis adultos en una escuela en Newtown (Connecticut, EE.UU.), estaba obsesionado con la masacre cometida por Anders Behring Breivik en Noruega en julio de 2011 y con los videojuegos violentos, reveló hoy la cadena CBS.
Lanza estableció una especie de "competencia" con Breivik y su objetivo era matar a más gente que el ultraderechista noruego, quien acabó con la vida de 77 personas, según dos fuentes anónimas conocedoras de la investigación sobre la masacre de Newtown citadas por CBS.
El joven de 20 años, quien también asesinó a su madre el pasado 14 de diciembre antes de dirigirse hacia la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, eligió precisamente ese lugar porque era "un blanco fácil" para matar al mayor número de personas posible, según las fuentes citadas por la cadena.
A diferencia de Breivik, quien fue detenido tras los atentados y condenado el año pasado a cadena perpetua, Lanza se quitó la vida.
Justo antes de suicidarse, Lanza intercambió disparos con la policía en el estacionamiento de la escuela, señaló CBS.
Las fuentes consultadas por la cadena manifestaron que los investigadores han encontrado pruebas de que Lanza estaba obsesionado con Breivik, quien mató con una furgoneta bomba a ocho personas en el centro de Oslo y después a otras 69 en el campamento de las Juventudes Laboristas en la isla de Utøya.
Además, las autoridades han recuperado una colección de videojuegos del sótano de la casa donde vivían Lanza y su madre.
Al parecer el joven pasaba diariamente horas encerrado en un cuarto a oscuras jugando a videojuegos, algunos de ellos violentos y en los que perfeccionaba su habilidad para disparar.
En respuesta a la información revelada por CBS, el teniente Paul Vance, de la policía estatal de Connecticut, sostuvo en una declaración enviada a la cadena que la investigación sobre los motivos de la masacre de Newtown aún no ha terminado y, por tanto, cualquier teoría al respecto es "pura especulación".
La matanza de Newtown reabrió el debate sobre las armas, cuya posesión está recogida y protegida por la Constitución estadounidense.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, está presionando al Congreso para que apruebe una serie de medidas, entre ellas un sistema universal de verificación de antecedentes y la prohibición de la venta de armas de asalto y de cargadores de alta capacidad.
Lanza usó para cometer la masacre un arma de ese tipo propiedad de su madre, con la que iba a realizar prácticas de tiro.
EFE
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