Las conclusiones preliminares indican que no se han encontrado ´indicaciones de fallo técnico´ y que el avión estalló en el aire.
El informe preliminar de la Junta holandesa de Seguridad sobre las causas del accidente del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que se estrelló en el este de Ucrania el pasado 17 de julio con 298 personas a bordo, confirma que el aparato fue derribado por "objetos de alta energía" disparados desde el exterior.
Las conclusiones preliminares indican que no se han encontrado "indicaciones de fallo técnico" y que el avión estalló en el aire.
"El informe final se conocerá en el verano de 2015", indicó a Efe la portavoz de la Junta, Sara Vernooij.
El vuelo MH17 sobrevolaba un espacio aéreo sin restricciones cuando sufrió el accidente, según este informe preliminar que aparece casi dos meses después de ese suceso.
El Boeing 777-200 operado por Malaysia Airlines estalló en el aire probablemente como consecuencias de daños estructurales causados por "un alto número de proyectiles que penetraron en el aparato desde el exterior", según el documento.
"Fotografías de parte del fuselaje muestran que una buena parte tenía múltiples agujeros y abolladuras", dice el informe.
Agrega, por otro lado, que aunque no han podido recuperar esas piezas para realizar el examen forense, "las fotos del fuselaje indican que el material en torno a esos agujeros fue deformado por proyectiles", y subraya que ello "parece indicar que esos objetos procedían del exterior".
Igualmente indica que otros agujeros encontrados en "restos del suelo de la cabina del piloto fueron pequeños objetos que entraron desde abajo".
Según el informe pese a que otro avión volaba en la misma zona que el MH17 no pudo ver al Boeing accidentado ni tampoco detectarlo mediante sus instrumentos de vuelo.
El avión comercial malayo que despegó de Amsterdam el pasado 17 de julio y se dirigía a Kuala Lumpur, transportaba a 283 pasajeros y 15 tripulantes, éstos de nacionalidad malaya.
El informe de la Junta de Seguridad holandesa confirmó también que la mayoría de los fallecidos, 193, eran de nacionalidad neerlandesa, y que los demás procedían de Malasia (43), Australia (27), Indonesia (12), Reino Unido (10), Alemania (4), Bélgica (4), Filipinas (3), Canadá (1) y Nueva Zelanda (1).
EFE
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