El presidente de EE.UU. sorprendió a una docena de estadounidenses y turistas de Brasil, China o Alemania al dar un paseo a pie por los alrededores de la Casa Blanca.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, sorprendió este miércoles a una docena de estadounidenses y turistas de Brasil, China o Alemania al dar un paseo a pie por los alrededores de la Casa Blanca, un lujo del que, según recordó, casi nunca tiene ocasión de disfrutar.
"No me dejan dar paseos muy a menudo. El Servicio Secreto se estresa un poco", dijo Obama en un discurso sobre el turismo en el Salón de Fama del Béisbol en Copperstown (Nueva York).
Acostumbrado a paralizar el tráfico en Washington en cada uno de sus desplazamientos con una docena de vehículos oficiales custodiados por motocicletas de policía, Obama optó el miércoles por caminar al Departamento del Interior, donde debía dar un discurso y que se encuentra a apenas diez minutos de la Casa Blanca.
"De vez en cuando me dejan escaparme", explicó en cuanto a sus paseos. "Soy como el oso de circo que de pronto rompe su cadena, y empieza a moverse, y todo el mundo empieza a susurrar: "¡El oso está suelto!"", bromeó.
"Apenas recorrí unos cuantos bloques, pero en ese poco rato, conocí a turistas de Alemania, Israel, Brasil, China y Ucrania en el National Mall", la explanada que concentra los principales monumentos de Washington, aseguró el mandatario.
La Casa Blanca publicó hoy en su cuenta oficial de YouTube un vídeo del paseo, en el que puede verse a Obama acompañado de uno de sus asesores, John Podesta, y rodeado en todas las direcciones de una multitud de agentes del servicio secreto que vigilan desde varios metros de distancia.
"Hay que agarrar a la gente por sorpresa, esto no puede ser una rutina", se escucha decir a Obama en el vídeo mientras recorre la Elipse, como se conoce el jardín que separa la Casa Blanca del monumento a Washington.
La reacción de la gente oscila entre la sorpresa, la incredulidad y la euforia de tres jóvenes que no dudaron en acercarse a toda velocidad al presidente para saludarle, bajo la atenta mirada del Servicio Secreto.
"¿Eres de verdad?", pregunta una joven a Obama tras estrecharle la mano.
"¡Dios mío, es el mejor día de mi vida!", exclama otra mujer que, al posar para una fotografía con Obama, dice: "La gente va a creer que estoy con una figura de cera".
Durante su paseo, Obama también repartió chocolatinas con el sello de la Casa Blanca a dos niñas que paseaban con su madre y saludó a los dueños de carritos de comida rápida situados entre la Casa Blanca y la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El paseo por la zona, la más turística de Washington, se enmarca en el esfuerzo de Obama por promover a EE.UU. como destino turístico mundial, un objetivo para el que hoy anunció nuevas medidas con el fin de reducir el tiempo de espera en los 15 mayores aeropuertos del país y aligerar el proceso de control de inmigración.
EFE
Comparte esta noticia