Silvana Vasquez peleará, junto a 83 hermosas candidatas, por ser portavoz de una organización ecologista. La ceremonia de coronación se llevará a cabo en Vietnam.
La joven Silvana Vasquez, representante de Perú en el certamen de belleza Miss Tierra, está deseosa de que mañana se celebre la gran final en Vietnam, para conocer quién es la ganadora y que desaparezcan los nervios de las horas previas.
"Como falta poquito, quiero que ya pase, que ya sea la final. Quiero empezar y terminar. Estoy con todas las ganas para la noche final, pero me gustaría que ya pase todo", declaró a Efe Vasquez.
A sus 19 años, esta limeña de negra melena llega a la recta final del concurso con la vitola de su reciente tercer puesto en Miss Turismo Latino celebrado en Ecuador hace poco más de un mes.
Otras 83 bellezas de países de todo el planeta compiten con la peruana por el cetro de Miss Tierra, un concurso que este año celebra su décima edición y que fue creado para concienciar sobre la contaminación del medio ambiente y los efectos del cambio climático.
En caso de ganar, además de recibir un jugoso premio en metálico de 20.000 dólares, se convertirá en la portavoz de la Fundación Miss Tierra y del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), así como otras organizaciones ecologistas.
"En el mundo hay muchos problemas medioambientales que el ser humano es el primero en causar. En mi país el principal problema es la contaminación del aire por los transportes", subraya.
Esta reina peruana de la belleza está dispuesta a difundir un mensaje ecológico entre los niños de todo el planeta en caso de conseguir la corona "para que tomen conciencia del tema del medio ambiente, de las cosas que están pasando".
"Mi proyecto es educar desde los más pequeños hasta los más grandes porque el ser humano es el único que puede cambiar estas cosas", recalca.
Después de un mes recorriendo Vietnam con el resto de candidatas, la peruana se ha enamorado del país indochino, en el que los concursos de belleza cobran cada vez más popularidad y las beldades han sido tratadas como verdaderas estrellas.
"Siempre tienen una sonrisa, son muy amables y cariñosos pese a los problemas del idioma. También me ha gustado mucho compartir este tiempo con chicas de diferentes culturas. Es una experiencia inolvidable", afirma.
-EFE-
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