El ex primer ministro italiano está imputado por supuesta incitación a la prostitución de menores y abuso de poder.
El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi acudió hoy por sorpresa a la audiencia que se celebra este viernes en el Tribunal de Milán por el juicio del caso Ruby, en el que está imputado por supuesta incitación a la prostitución de menores y abuso de poder.
El exjefe del Ejecutivo italiano llegó poco antes de las 09.30 hora local (07.30 GMT) al Palacio de Justicia de Milán (norte de Italia) para sorpresa de los periodistas y reporteros que siguen el juicio, quienes ilustraron con imágenes la presencia de Berlusconi en el juicio más polémico y mediático de los que tiene pendientes.
Está previsto que este viernes testifiquen en el juicio varios funcionarios de la Policía de Milán, entre ellos Piero Ostuni, quien en la noche del 27 al 28 de mayo de 2010 recibió la llamada del entonces primer ministro para pedir la puesta en libertad de la joven marroquí Karima El Marough, más conocida como Ruby, que había sido detenida por un robo.
Esa llamada, según la Fiscalía, constituye un delito de abuso de poder, pues considera que presionó en su condición de jefe del Gobierno para que liberaran a la joven, algo que Berlusconi asegura que hizo por motivos institucionales y para evitar un conflicto diplomático con Egipto, al pensar que era la sobrina del entonces presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Los fiscales sostienen además que Berlusconi mantuvo relaciones sexuales pagadas en trece ocasiones con Ruby cuando esta tenía 17 años, entre febrero y mayo de 2010, con ocasión de las numerosas fiestas privadas a las que fue invitada la joven marroquí en la residencia del empresario en Arcore, próxima a Milán.
En la última audiencia del juicio Ruby, la modelo marroquí Imane Fadil, una de las invitadas a esas fiestas, aseguró que en una de las reuniones en las que participó vio a varias chicas haciendo bailes eróticos disfrazadas de monja y del futbolista brasileño Ronaldinho.
Fadil aseguró además que supo que Ruby tenía vídeos y fotos "muy comprometedores" sobre las fiestas del ex primer ministro y que una vez comenzado el juicio recibió presiones por parte de un desconocido que, según relató ante los jueces, se puso en contacto con ella para que acudiera a Arcore para "arreglar la situación".
EFE
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