A pesar que nunca pagaron por su funcionamiento, este relleno fue clausurado en tres oportunidades por el Municipio de Ancón, sin embargo fue abierto nuevamente.
La Comisión de Fiscalización y Orden de la Municipalidad Metropolitana de Lima realizó una inspección y comprobó el funcionamiento del botadero clandestino ubicado en el kilómetro 45.5 de la Panamericana Norte en el distrito de Ancón, administrado por la empresa CASREN EIRL, pese a que fue clausurado hace ocho días.
En un operativo conjunto a cargo de comuna capitalina, la Policía Nacional y representantes del Ministerio Público, comprobaron que los carteles de Clausura del Relleno Sanitario Clandestino fueron retirados por la empresa infractora y que varios camiones de limpieza pública del Municipio de Comas se dirigían a depositar sus residuos sólidos a este foco contaminante.
El botadero, ubicado en el distrito de Ancón es administrado por la empresa CASREN EIRL de propiedad de César Navarro López Torres. Según la autoridad municipal dicha empresa funcionaba sin cumplir lo dispuesto en la Ley General de Residuos Sólidos 27314, asimismo transgredió la Ordenanza Municipal 295 que regula el manejo de los residuos sólidos.
Cabe destacar, que regidores de la Municipalidad de Lima demandaron en el mes de junio que DIGESA se pronuncie en relación al funcionamiento de este botadero, lo que obligó a esta entidad del Ministerio de Salud emitir un informe por el cual determina la clausura definitiva de este “relleno sanitario”.
Según el informe técnico de DIGESA, la empresa CASREN EIRL no contaba con la aprobación del estudio de impacto ambiental ni con la opinión técnica favorable del Proyecto de Infraestructura de Residuos Sólidos en el área que venía operando.
De otro lado, se conoció que César Navarro López Torres, propietario del ilegal relleno tampoco contaba con licencia de funcionamiento y que operaba sobre 12 hectáreas de terreno declarado por la Presidencia de la República como parque ecológico nacional a cargo del Ministerio del Ambiente y en custodia del Ejército Peruano como lo establecen informes técnicos de DIGESA corroborados con pericias de ingeniería forense.
A pesar que nunca pagaron por su funcionamiento, este relleno fue clausurado en tres oportunidades por el Municipio de Ancón, sin embargo en abierto en desacato a la autoridad como en esta oportunidad.
Tras la inspección y en presencia de la Policía y Ministerio Público funcionarios de la Gerencia de Fiscalización y Control del Municipio capitalino, se volvieron a colocar los carteles que decretan la clausura definitiva del ilegal botadero. Hay que señalar que cuando fue clausurado por la municipalidad de lima se le impuso una multa de dos UIT y por ser reincidente la sanción seria más drástica.
Finalmente vecinos del distrito de Ancón que presenciaron la intervención municipal saludaron la decisión adoptada por la Alcaldesa Susana Villarán, que de esta manera imponía el orden y la ley.
Comparte esta noticia