Los vecinos de la urbanización de Jicamarca denunciaron que debido a la falta de iluminación, delincuentes han invadido una loza deportiva y consumen bebidas alcohólicas y drogas.
Los vecinos de un sector de San Juan de Lurigancho viven en permanente zozobra ante la presencia de elementos de mal vivir que prácticamente se han apoderado de sus propiedades ante la falta de la policía e iluminación.
En nuestra secuencia "Calles Peligrosas" informamos los problemas que viven diariamente los pobladores del asentamiento humano "el Paraíso" en la urbanización de Jicamarca a espaldas del cementerio el Sauce. Ellos denunciaron que debido a la falta de iluminación, delincuentes de las partes altas han invadido una loza deportiva que era usada por los niños para actividades deportivas y allí consumen bebidas alcohólicas y consumen drogas.
Los vecinos también se quejaron aduciendo que los sujetos han convertido este vecindario en lugar de continuos asaltos a vecinos y visitantes.
Cansados de tantos maltratos, los vecinos se han organizado y han adquirido, alarmas y pitos que al sonar les advierte de algún peligro.
Una vecina pidió seguridad para los niños, madres y ancianos. "Los malhechores vienen en mototaxis desde las partes de arriba".
Contaron que cuando suenan las alarmas todos salen de sus casas y se arman de valor y de palos para ahuyentar y botar de este lugar a los delincuentes. Luego de lo cual dan parte a la policía.
"Trabajamos en coordinación con el pueblo y las autoridades. Cuando vemos mototaxis con delincuentes en su interior nos pasamos la voz."
Informaron que han donado 200 metros cuadrado para que se construya allí una comisaría. "Aquí viene gente de mal vivir. Son personas que han llegado a invadir terrenos. Trepan nuestras casas y nos roban. Por eso arriesgamos nuestras vidas al enfrentarlos".
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