En marzo de este año se celebró el primer matrimonio homosexual en América Latina y esta semana la alcaldía inauguró una oficina de Turismo Lésbico Gay.
A 32 años de sus primeras manifestaciones públicas, la comunidad gay ha logrado convertir a Ciudad de México en un oasis en medio de un país de costumbres católicas y machistas, que ahora busca atraer cada vez más turismo homosexual, aunque la discriminación sigue al acecho.
En marzo en esta urbe de 20 millones de habitantes se celebró el primer matrimonio homosexual en América Latina y esta semana la alcaldía inauguró una oficina de Turismo Lésbico Gay, también una primicia en la región.
La capital mexicana "tiene todo para perfilarse como el primer destino "gay friendly" (amigable) de Latinoamérica", dice el secretario de Turismo, Alejandro Rojas. Los gays "en promedio gastan 47% más que un turista convencional", argumenta.
Para detonar ese potencial, el gobierno de izquierda de la capital ofreció la luna de miel gratis para la primera pareja homosexual que se case en Argentina, el primer país del continente en legalizar en todo su territorio estas uniones.
Tito Vasconcelos, actor y dueño de Los Cabaretitos, una cadena de discotecas que puso en marcha hace 12 años, aplaude estos avances, pero enfatiza que "falta congruencia entre la declaración y la realidad" para la comunidad gay.
Este hombre robusto y alto participó en 1978 en la primera aparición pública de la comunidad lésbico-gay, cuando un pequeño contingente se unió a una protesta estudiantil. En junio pasado más de 400.000 personas asistieron al desfile anual de la diversidad sexual en Ciudad de México.
"Si bien se ha avanzado mucho con respeto a las diferencias sexuales, las cosas no se dan por decreto. Faltan muchas cosas, entre las más importantes está la capacitación de quienes administran justicia", comenta a la AFP en su casa de la Zona Rosa, un distrito transformado hace 20 años en punto de encuentro de la comunidad gay.
"A pesar de que es un país con muchos católicos, es habitual ver personas del mismo sexo tomadas de la mano o expresando su afecto en espacios públicos, pero todavía causa estupor para muchos administradores de justicia, que no saben cómo actuar cuando un gay es agredido", insiste.
"Los avances no son sólidos, no hay certidumbre de que todo esto vaya a ser real", añade al referirse un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la Procuraduría General ante la Suprema Corte por la posibilidad de adoptar que abrió la legalización de los matrimonios gay.
Nora Huerta, de "Las Reinas Chulas", un grupo de cuatro lesbianas que hace 10 años crearon el foro teatral "El Vicio", un colectivo extendido a causas ecologistas y progresistas, coincide con Vasconselos.
"Ciudad de México es un oasis, pero todavía falta un largo camino, empezando por que todavía hay discriminación a pesar de que en el Distrito Federal hay una ley que lo prohíbe", comenta.
Darío T. Pie, que se presenta en "El Vicio" caracterizado como la diva mexicana María Félix, comenta mientras se maquilla que el camino para lograr libertad para los espectáculos hechos por homosexuales ha sido largo.
"Hemos sufrido los embates de los sectores conservadores pero con enormes beneficios porque cuando se prohíbe o se censura la gente corre a ver aquello catalogado como maldito", comenta.
Pie coincide en que pedir congruencia "entre el discurso político y las acciones cotidianas como la sensibilización institucional para evitar la discriminación".
Ricardo Bucio titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), dice que este año se duplicaron las denuncias en todo México por parte de homosexuales, aunque asegura que en parte eso se debe a que "hay más información para estos colectivos, saben más cuáles son sus derechos".
Pese a ello la discriminación en México incluso se ha traducido en 645 aseinatos homofóbicos desde 1995. El más reciente, el de una activista transexual muerta a comienzos de este mes en el estado de Hidalgo (centro).
-AFP-
En marzo en esta urbe de 20 millones de habitantes se celebró el primer matrimonio homosexual en América Latina y esta semana la alcaldía inauguró una oficina de Turismo Lésbico Gay, también una primicia en la región.
La capital mexicana "tiene todo para perfilarse como el primer destino "gay friendly" (amigable) de Latinoamérica", dice el secretario de Turismo, Alejandro Rojas. Los gays "en promedio gastan 47% más que un turista convencional", argumenta.
Para detonar ese potencial, el gobierno de izquierda de la capital ofreció la luna de miel gratis para la primera pareja homosexual que se case en Argentina, el primer país del continente en legalizar en todo su territorio estas uniones.
Tito Vasconcelos, actor y dueño de Los Cabaretitos, una cadena de discotecas que puso en marcha hace 12 años, aplaude estos avances, pero enfatiza que "falta congruencia entre la declaración y la realidad" para la comunidad gay.
Este hombre robusto y alto participó en 1978 en la primera aparición pública de la comunidad lésbico-gay, cuando un pequeño contingente se unió a una protesta estudiantil. En junio pasado más de 400.000 personas asistieron al desfile anual de la diversidad sexual en Ciudad de México.
"Si bien se ha avanzado mucho con respeto a las diferencias sexuales, las cosas no se dan por decreto. Faltan muchas cosas, entre las más importantes está la capacitación de quienes administran justicia", comenta a la AFP en su casa de la Zona Rosa, un distrito transformado hace 20 años en punto de encuentro de la comunidad gay.
"A pesar de que es un país con muchos católicos, es habitual ver personas del mismo sexo tomadas de la mano o expresando su afecto en espacios públicos, pero todavía causa estupor para muchos administradores de justicia, que no saben cómo actuar cuando un gay es agredido", insiste.
"Los avances no son sólidos, no hay certidumbre de que todo esto vaya a ser real", añade al referirse un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la Procuraduría General ante la Suprema Corte por la posibilidad de adoptar que abrió la legalización de los matrimonios gay.
Nora Huerta, de "Las Reinas Chulas", un grupo de cuatro lesbianas que hace 10 años crearon el foro teatral "El Vicio", un colectivo extendido a causas ecologistas y progresistas, coincide con Vasconselos.
"Ciudad de México es un oasis, pero todavía falta un largo camino, empezando por que todavía hay discriminación a pesar de que en el Distrito Federal hay una ley que lo prohíbe", comenta.
Darío T. Pie, que se presenta en "El Vicio" caracterizado como la diva mexicana María Félix, comenta mientras se maquilla que el camino para lograr libertad para los espectáculos hechos por homosexuales ha sido largo.
"Hemos sufrido los embates de los sectores conservadores pero con enormes beneficios porque cuando se prohíbe o se censura la gente corre a ver aquello catalogado como maldito", comenta.
Pie coincide en que pedir congruencia "entre el discurso político y las acciones cotidianas como la sensibilización institucional para evitar la discriminación".
Ricardo Bucio titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), dice que este año se duplicaron las denuncias en todo México por parte de homosexuales, aunque asegura que en parte eso se debe a que "hay más información para estos colectivos, saben más cuáles son sus derechos".
Pese a ello la discriminación en México incluso se ha traducido en 645 aseinatos homofóbicos desde 1995. El más reciente, el de una activista transexual muerta a comienzos de este mes en el estado de Hidalgo (centro).
-AFP-
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