Cardenal Cipriani: En esta Navidad es tiempo de perdonar

El Arzobispo Primado del Perú animó a los fieles a reflexionar sobre su cercanía con Jesús, en este tiempo de adviento de preparación para la Navidad.

“¿Cómo estará tu clima interior? Preparemos bien la navidad con un buen examen de conciencia, acudiendo a la lavandería del alma que es la confesión y preguntándote: si tienes alguien a quién puedes perdonar, perdona; si conoces a alguien a quien ayudar, ayuda; y si puedes agradecer a alguna persona, agradece”, exhortó.

“Abran un espacio dentro del alma donde Jesús pueda entrar y estar más presente. Hace falta crear el clima en la propia casa, en el nacimiento que uno prepara, en el recordar a los familiares, tal vez a alguno que ya falleció o tal vez visitar a alguno que está enfermo”, señaló.

Voluntariado en las parroquias

También recordó que en este clima de la Navidad se pueden hacer actividades de voluntariado para compartir la alegría del nacimiento de Jesús con nuestros hermanos.

“Tenemos en el arzobispado voluntariado en todas las parroquias. Algunas están yendo al interior del país, otras a Manchay, a El agustino o a Chorrillos. Toda esa actividad de personas que en un momento pueden decir con claridad: “mira y preocúpate por quienes están a tu alrededor”. ¿A quién puedes llevar alegría? Haz un espacio en tu alma. ¿A quién puedes llevar una gota de esa presencia de Jesús con una llamada, una oración o un pequeño detalle?”, refirió.

Soslayando a Dios

En otro momento, lamentó que algunas personas en el mundo viven como si Dios no existiera, por lo que les recomendó vivir “con los anteojos de la fe”.

“Date cuenta que si ponemos a Dios en el camino nos invade una paz y al mismo tiempo una mayor urgencia de amar a los demás. Ponte los anteojos de la fe y verás que todo es diferente, como que se enciende una luz, como que entiendes mejor las cosas, hay paz y en tu interior un lugar en el que Dios va iluminándote. No me resuelve los problemas, porque espera que tú lo hagas, pero sí te acompaña. El adviento precisamente es prepararte y ampliar ese espacio en tu alma para Dios”, señaló.

“El laicismo deja fuera a Jesús de la vida. La laicidad es expresar nuestra fe representando a quienes no tengan fe. Pienso que esa ecología humana es importantísima, claro que debemos tener agua, un clima más limpio y que el ozono no esté creando problemas; pero hay un clima espiritual. Hay mucha mentira, envidia e intriga. La ecología humana tiene mucha polución de mentirosos intrigantes. Que no nos contagien. Necesitamos purificadores del alma para sembrar paz, cariño, comprensión y unidad”, continuó.

Bendita la mujer madre

El Cardenal Juan Luis también recordó que la navidad nos permite reflexionar sobre la maternidad de la Virgen María y con ella la maternidad de las mujeres.

“Dios en la eternidad quiso que la salvación, su Hijo, viniera al mundo en el vientre de una madre. Escogió el camino natural del vientre de María siempre pura y virgen, que fue concebida sin pecado. Cómo no vamos a inclinarnos con devoción ante la mujer madre por excelencia, María santísima. Por eso, cuando hablamos de la navidad cómo no vamos a estar reverentes delante de la mujer madre, para decirle: “bendita la madre que te trajo al mundo”. Quién no recuerda a su madre con agradecimiento. Hay que quererlas más. Bendita responsabilidad de las mamás que ha querido Dios como colaboradoras privilegiadas. Dios ha querido que la vida humana con la colaboración del esposo venga en el vientre de la madre, por eso la mujer tiene una dignidad y respeto que todos debemos incrementar, no con una ideología de género o con el feminismo”, mencionó.

Recuerdo del viaje a Roma

Finalmente, el Arzobispo de Lima recordó su reciente viaje a Roma donde se reunió con el Santo Padre Francisco.

“Como siempre Roma mueve el corazón al estar cerca del Papa, de San Pedro en la basílica y de la tumba de san Juan Pablo II. Y tanta gente amiga que uno encuentra sirviendo de cerca al Papa. Fue una ocasión para renovar nuestra fe y además estuve, como les comenté, en Asís que es el lugar emblemático de san Francisco. Un lugar de oración y recogimiento, donde tuvieron lugar acontecimientos importantes de este santo”, culminó.