Este es el caso de la arequipéña Gabriela, un feo triángulo amoroso, un caso de desorden fuerte y grave. Un padrastro que no tiene normas, le gusta la gente del mismo corral. Una hija que busca al sutituto del padre ausente. Y una mamá, que incoscientemente, prefiere que su pareja se quede con su hija en casa, antes que se vaya con otra.
Comparte esta noticia